El pasado jueves, Zaragoza fue escenario de un acto de incivismo que ha generado una fuerte polémica en redes sociales. Un hombre, de nacionalidad marroquí, defecó en el interior de un autobús urbano de la capital aragonesa ante la mirada atónita del conductor y del resto de pasajeros. El vehículo tuvo que ser inmediatamente retirado del servicio para proceder a su limpieza y desinfección.
Los hechos, que fueron grabados por testigos, se han difundido ampliamente a través de la red social X (antes Twitter), donde el vídeo acumula miles de visualizaciones y comentarios de indignación. En la grabación se puede ver cómo el individuo le pide insistentemente al conductor que detenga el autobús. Al no obtener respuesta inmediata, decide hacer sus necesidades en el interior del vehículo. Posteriormente, se baja con total tranquilidad, dejando tras de sí una escena de suciedad y desconcierto.
El hombre fue localizado y detenido poco después por la Policía Local, aunque ya ha sido puesto en libertad, a la espera de juicio. Por el momento, se enfrenta a cargos por atentado contra la higiene pública y desorden público. El Ayuntamiento de Zaragoza ha confirmado que se está valorando la posibilidad de imponerle una sanción administrativa adicional, además del proceso judicial en curso.
Este incidente ha reabierto el debate sobre el aumento de conductas incívicas en el transporte público y sobre la respuesta institucional ante este tipo de situaciones. Numerosos usuarios en redes han exigido medidas más contundentes para garantizar la seguridad, la salubridad y la convivencia en espacios comunes, especialmente en los servicios municipales.
Desde la empresa concesionaria del transporte público urbano se ha lamentado profundamente lo sucedido y se ha recordado que estos comportamientos son absolutamente excepcionales, aunque no por ello menos graves. El autobús afectado fue desinfectado completamente antes de volver a la circulación, siguiendo los protocolos habituales de salubridad.