El 25 de noviembre se avecina un nuevo capítulo en el conflicto que enfrenta a agricultores franceses y españoles en torno al comercio de vino. Las organizaciones agrarias francesas han convocado nuevas acciones de protesta en un conflicto que ha estado gestándose durante décadas. Los viticultores españoles se sienten desprotegidos por el gobierno.
Este conflicto gira en torno al vino a granel, importado desde España a precios muy bajos, que luego es embotellado y vendido en el mercado francés a precios más elevados. Además, se ha denunciado que en algunos casos se etiqueta fraudulentamente como producto de origen francés. Las quejas de los agricultores se centran en que las grandes distribuidoras en Francia pagan precios por debajo del costo de producción, lo que ha generado malestar y tensiones.
Las organizaciones agrarias españolas, como Asaja, COAG y UPA, han condenado los ataques de los agricultores franceses a camiones españoles y han llevado su protesta hasta la Unión Europea, solicitando sanciones severas para Francia.
El 19 de octubre se desencadenaron los primeros incidentes que han llevado a una creciente tensión entre agricultores franceses y españoles en el sector del vino. Fréderic Rouanet, presidente del Sindicato de Viticultores de Aude, anunció que los agricultores emprenderán acciones para detener las importaciones españolas de vino. Posteriormente, se produjo una marcha de alrededor de medio millar de piquetes del sector de la viticultura en las regiones de Aude, Hérault, Gard y Pirineos Orientales hacia el peaje de Le Boulou en la autopista A-9. Allí, cortaron la vía, quemaron neumáticos y pusieron barricadas para bloquear la distribución de mercancía española. Los agricultores franceses vaciaron la carga de camiones, esparciendo verduras y cajas de botellas de vino y cava en la calzada, además de derramar vino a granel. La policía francesa, que estaba a pocos metros, no intervino en ningún momento.
Sin apoyo del gobierno
El Gobierno español se ha limitado a mantener conversaciones con el Gobierno francés para buscar una solución, sin embargo estos diálogos entre representantes de las naciones vecinas, han tenido poco efecto. Es importante destacar que este conflicto tiene profundas raíces y ha llevado a tensiones periódicas desde la década de 1990. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó una sentencia en 1997 condenando a Francia por los ataques de agricultores franceses a camiones españoles, pero esta medida tampoco frenó las acciones. Uno de los episodios más tensos ocurrió en 2016, especialmente en abril, cuando se llegaron a verter alrededor de 42.000 litros de vino cerca del paso fronterizo de Le Boulou, cerca de Perpiñán. Otro escenario similar se repitió en 2017, cuando un grupo de agricultores franceses destruyó unos 30.000 litros de vino procedente de España en el paso fronterizo de Le Boulou, cerca de La Junquera.