El domingo por la noche, un grupo de jóvenes pertenecientes a bandas latinas sembró el caos en la calle Alcalá de Madrid. En ese momento, la zona estaba llena de personas. Tras el incidente, dos pandilleros de 14 y 15 años fueron detenidos.
Los hechos ocurrieron a las 21:45 del 26 de enero. Los agentes de la Comisaría Integral del distrito patrullaban la zona cuando vieron a un grupo de al menos quince jóvenes corriendo por la calle. Al activar las sirenas y luces, los pandilleros comenzaron a dispersarse y cruzaron la calle Alcalá entre los coches. Los policías intentaron detenerlos, pero sin éxito.
Uno de los jóvenes, de 14 años, se agachó y lanzó un objeto debajo de un coche. Poco después, los agentes le detuvieron cerca de la calle Alcalá, 301, donde se encontró un machete de 20 centímetros. El joven explicó que había salido del Metro de Quintana a comprar hachís. Durante una pelea, otro chico le dio el machete y él lo lanzó al suelo. Los agentes no creyeron esta versión.
Mientras tanto, otro aviso informaba a los policías sobre una pelea en la plaza de Quintana. Allí, un joven se refugió en el supermercado Supercor tras ser amenazado con un cuchillo por un grupo. Su amigo corroboró su historia y ambos dieron detalles de los atacantes.
Un testigo señaló que vio a los pandilleros correr hacia la estación de Metro de El Carmen. Los agentes los alcanzaron allí, arrestando a dos de los involucrados. Uno de ellos era el que había amenazado al joven. Ambos formaban parte de los Dominican Don’t Play (DDP), una banda activa en Ciudad Lineal, conocida por sus enfrentamientos con los Trinitarios.
Este operativo forma parte del plan especial contra bandas latinas implementado hace tres años en Madrid tras una serie de homicidios relacionados con estos grupos.