El agosto pasado, un grupo de inmigrantes, en su mayoría malienses, llegó a Monterroso, en la provincia de Lugo. Fueron alojados en el Hotel Río Ulla, bajo la supervisión de una ONG local -ONG Rescate-, a la espera de la resolución de sus solicitudes de asilo.
Recientemente, el Ministerio del Interior ha denegado sus solicitudes. Según el Foro Gallego de Inmigración, la negativa se debe a que los países de origen de estos extranjeros, como Mali, Senegal y Mauritania no se consideran en situación de guerra. Por lo tanto, los inmigrantes deben abandonar las instalaciones del hotel en un plazo de 15 días.
A pesar de esta decisión, fuentes de la Delegación de Gobierno aseguraron que no serán expulsados de inmediato. Tienen derecho a recurrir la resolución y, mientras tanto, la Junta de Galicia está gestionando su reubicación en otras zonas donde puedan contar con apoyo. Se les ofrecen billetes a las ciudades elegidas para residir, así como una ayuda económica básica. Durante el proceso de asilo, se les proporciona, además, un permiso provisional de trabajo.
Asimismo, aunque estos inmigrantes ilegales van a continuar gozando de ayudas y beneficios, no han dudado en denunciar «trato discriminatorio» por parte de la ONG que les supervisa.
Aunque los vecinos de Monterroso recibieron a los inmigrantes de manera cordial este verano, la situación ha tomado un giro negativo. A pesar de las ofertas de empleo en la localidad y la necesidad de mano de obra, los inmigrantes han rechazado estas oportunidades. En cambio, prefieren continuar bajo la protección de la ONG, a la que ahora acusan de no ofrecerles apoyo legal en su situación.