27 de octubre de 2025

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¿Qué es Ezker Nazionala y que defiende?

¿Qué es Ezker Nazionala y que defiende?
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Este nuevo movimiento político surgido en 2024 en el País Vasco se define como abertzale, pese a que se le compare con Aliança Catalana.

Ezker Nazionala (Izquierda Nacional) se describe como una formación de izquierdas, anticapitalista y antiglobalista. Su aparición ha generado debate por su postura crítica hacia la inmigración masiva y su distanciamiento de la izquierda abertzale tradicional representada por EH Bildu.

En su página web (escrita en vasco, castellano y francés) plantean su decálogo, en el que defienden su posición antiglobalista, pero se definen como una organización internacionalista, manteniendo la necesidad de frenar “la influencia del progresismo neoliberal tanto en Euskal Herria como en la izquierda”, y apostando por un mayor grado de soberanía.

Denuncian el papel del capitalismo en la disolución de las “naciones europeas”, indicando que este aspecto también es una amenaza para la cultura y la lengua vascas. Defienden el “derecho a decidir libremente su futuro político, incluida la posibilidad de ser un Estado independiente. Mantener viva nuestra lengua y cultura es prioritario. De nada sirve una autonomía amplia si no defiende nuestra identidad”.

Muestran su oposición a “todas las expresiones políticas ultraderechistas, ya sean neoliberales o neofascistas, entre las que se encuentran las que utilizan a la inmigración como cabeza de turco”.

Sin embargo, inmediatamente después, en su punto 5 del decálogo, indican rechazar las políticas de inmigración masiva “promovidas por intereses económicos, que empobrecen tanto a los países de origen como a los de destino”. Denuncian su uso para debilitar a las clases trabajadoras y exigen el derecho a “decidir soberanamente las políticas migratorias”. Indican que les mueve la protección de la cohesión social, cultural y lingüística.

En el decálogo se incluyen puntos sobre el euskera como base irrenunciable de la identidad vasca, apostando por su uso y normalización. También incluyen un punto sobre feminismo, indicando que abogan por “igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, combatiendo el machismo como una lacra estructural que debe erradicarse”, aunque se muestran algo críticos con los colectivos minoritarios: “Defendemos la dignidad y los derechos de los colectivos minoritarios, promoviendo su integración sin caer en enfoques que prioricen la fragmentación identitaria sobre los problemas sociales comunes”.

Defienden un laicismo pleno y la libertad de conciencia, pero siempre desde el espacio privado y manteniendo la neutralidad del espacio público. Su visión de la ecología se define como: “La defensa del entorno natural y de la biodiversidad es prioritaria frente a los intereses privados”, con un enfoque que defiende que la conexión con la tierra es vital para la supervivencia e identidad de un pueblo.

Se posicionan también contra el imperialismo. En su último punto reivindican una “Europa de pueblos libres y soberanos” y aspiran a “reconstruir la nación vasco-navarra”. Se oponen a la agenda de la OTAN.

Su historia es relativamente corta: se fundan en noviembre de 2024 y publican sus bases políticas en su web en 2025. Desde entonces, su principal fuente de comunicación son las redes sociales. Su actividad se ha centrado en plataformas digitales, donde intentan captar seguidores y difundir su ideario. Aunque indican que están creciendo, no tienen un seguimiento masivo. En X (antes Twitter) tienen 928 seguidores; en Facebook no tienen canal propio, pero sus vídeos se difunden en un grupo denominado “Egun on Bizkaia”; en Instagram cuentan con 1.000 seguidores y en Telegram con 256.

Su página web sí se actualiza con frecuencia con propuestas y artículos de opinión. Asimismo, cuentan con difusión indirecta, ya que algunos artículos firmados por Ezker Nazionala han aparecido en medios como ZuZeu Orainkaria, lo que sugiere que también están activos en espacios digitales de opinión.

No se dispone de información sobre el liderazgo y estructura; no aparecen nombres concretos detrás del proyecto ni en su web ni en redes. Se sabe que el núcleo fundador incluye exmilitantes de EH Bildu y personas vinculadas a movimientos soberanistas críticos con el rumbo actual de la izquierda vasca, pero sin definir personas en concreto. El proyecto parece operar de forma horizontal y colectiva, sin una figura visible dominante, al menos por ahora.

Se muestran como una posible alternativa a EH Bildu, al que acusan de pactismo con el PSOE y de haber girado hacia posiciones más “woke” y proinmigración.

Pese a definirse ambos como izquierda abertzale, al comparar sus programas se perciben claras diferencias. Ezker Nazionala, en su propio programa, se define como izquierda abertzale, anticapitalista, antiglobalista y crítica con el progresismo, mientras que EH Bildu se define también como izquierda abertzale, pero soberanista, ecosocialista y feminista.

Ezker se radicaliza pidiendo la defensa de la independencia total de Euskal Herria, mientras que EH Bildu promueve un nuevo estatus político y más autogobierno dentro de un proceso gradual. También Ezker Nazionala propone la euskaldunización total como eje central, frente al refuerzo de la identidad comunitaria y la política lingüística progresiva de su oponente abertzale. La visión del feminismo también es algo distinta, ya que Ezker defiende la igualdad real sin dogmas y la cooperación entre sexos, frente al enfoque más ambiguo de EH Bildu: “feminismo como eje transversal del programa político”.

Pero los puntos que más las separan son la relación con el Estado, en la que Ezker Nazionala mantiene una posición rupturista, crítica con el “pactismo” de la izquierda tradicional, alejada de la de EH Bildu, definida como reformista y que apuesta por revisar el Estatuto de Gernika. Sin embargo, la posición que más las aleja es la referente a la inmigración: mientras que la nueva formación hace una crítica a la inmigración masiva por sus efectos en la clase trabajadora, EH Bildu aboga por la defensa de políticas inclusivas y de acogida.

Precisamente por su posición crítica con la inmigración se está comparando con Aliança Catalana y sus posiciones contrarias a la inmigración.

Su posición ante la inmigración masiva se defiende desde su identidad “abertzale”, indicando que esta es promovida por intereses capitalistas, que precariza el empleo y debilita la identidad cultural vasca. Consideran que la inmigración masiva responde a intereses neoliberales que buscan mano de obra barata y fragmentar la cohesión social, y proponen políticas de control estricto de flujos migratorios y priorización de la población local.

El plan a corto plazo de Ezker Nazionala es la consolidación ideológica. Tras publicar sus bases políticas en agosto de 2025, buscan reforzar su discurso antiglobalista, soberanista y crítico con la inmigración masiva, mientras intentan captar militancia, ya que están atrayendo a disidentes de EH Bildu y antiguos miembros del PNV que se sienten incómodos con el “pactismo” y el giro progresista de la izquierda tradicional en el caso de Bildu.

Su plan más inmediato es seguir denunciando lo que consideran una instrumentalización de la inmigración por parte del capital para precarizar el empleo y diluir la identidad vasca.

Aunque aún no se han presentado a elecciones, su objetivo es convertirse en una alternativa política visible en el espectro abertzale, especialmente entre sectores desencantados con EH Bildu. No han registrado listas ni han hecho movimientos formales para concurrir a comicios, pero su actividad en redes sociales y la publicación de su programa político en agosto de 2025 indican una intención clara de intervenir en el debate público y, posiblemente, en el terreno electoral.

Si decidieran presentarse a elecciones en el País Vasco, su segmento electoral potencial podría estar formado por el electorado desencantado con EH Bildu. Ezker Nazionala podría atraer a votantes de izquierda abertzale que consideran que EH Bildu ha moderado su discurso, especialmente por sus pactos con el PSOE y su enfoque progresista en temas como el feminismo o la inmigración. También podría atraer a votantes soberanistas críticos con el globalismo. Su discurso antiglobalista y proteccionista puede resonar con sectores que sienten que la izquierda tradicional ha abandonado la defensa de la clase trabajadora vasca.

Se plantean varios escenarios posibles en la evolución del partido: en el corto plazo, entre los años 2025-2026, es probable que Ezker Nazionala no se presente aún a elecciones, pero sí que siga ganando visibilidad y militancia. En el medio plazo, entre los años 2027-2028, si logra consolidar una base social y territorial, podría presentarse a elecciones municipales o forales, especialmente en zonas rurales o con fuerte identidad vasca. A largo plazo, podría convertirse en una fuerza bisagra o en un actor disruptivo si logra captar un voto de protesta dentro del soberanismo vasco.

Las principales fortalezas de su propuesta son la crítica al “neoliberalismo progresista” y a la inmigración masiva, que lo distingue del resto de la izquierda vasca. Otra fortaleza es su actividad en redes sociales, lo que le permite llegar a públicos jóvenes y alternativos. Algunos analistas lo comparan con movimientos como Aliança Catalana, lo que sugiere una estrategia de crecimiento desde lo local hacia lo autonómico. Pero también muestra claras debilidades, como la falta de estructura organizativa, ya que no cuenta (por ahora) con una red territorial ni con representación institucional. Otra debilidad es la estigmatización mediática: su discurso ha sido tildado de “antiwoke” o “identitario”, lo que podría dificultar alianzas o visibilidad en medios tradicionales. Además, se enfrenta a la fuerte competencia de EH Bildu, que sigue siendo hegemónica en la izquierda abertzale, con una base sólida y presencia institucional.

La aceptación o impacto social, de momento, es limitado, ya que no cuenta con un gran número de seguidores, pero medios como Deia y The Objective señalan que su actividad digital está captando atención, especialmente entre jóvenes y sectores desencantados con la izquierda tradicional.

Están generando polarización ideológica: su postura crítica con la inmigración masiva y el feminismo institucional ha generado tanto apoyo como rechazo. Algunos lo ven como una alternativa necesaria frente al “neoliberalismo progresista”, mientras otros lo acusan de promover un discurso identitario excluyente. Pero es cierto que, en el contexto demográfico del País Vasco —con un envejecimiento poblacional y el aumento de nacimientos de madres extranjeras que están transformando la sociedad vasca—, se ha abierto un espacio para discursos como el de Ezker Nazionala.

Las reacciones de otros partidos no son claras todavía y tampoco hay demasiados comunicados públicos. EH Bildu, aunque no ha emitido declaraciones oficiales, es consciente de que la propuesta de Ezker Nazionala nace como una crítica directa a su “pactismo” con el PSOE y su giro hacia el feminismo y la inclusión migratoria. En el PNV tampoco hay una respuesta clara, pero hay cierta rumorología que indica que algunos exmilitantes jeltzales estarían explorando alianzas con Ezker Nazionala, inspirados en modelos como Aliança Catalana, lo que sugiere malestar interno en el partido.

Ezker Nazionala está logrando posicionarse como un actor disruptivo en la izquierda abertzale, apelando a una base crítica con el progresismo dominante. Su evolución dependerá de si logra traducir ese discurso en estructura territorial y presencia electoral.