Evitar la palabra Navidad y no sonrojarse ante la palabra Ramadán
Estos días las felicitaciones navideñas se suceden en contexto familiar, comerciales y de trabajo.
Es una tradición muy propia de España y que va más allá de la religión católica. Es una costumbre y tiene una fuerte ligazón con nuestras raíces, folklore , cultura. La Navidad además de motivo de celebración para los creyentes ha sido una fuente de inspiración para el arte (pintura, música, literatura) en nuestro país. Y la felicitación tambien se considera un gesto de cordialidad y buena educación entre personas.
Pero en el ámbito político parece estarse convirtiendo o en un tabú o en un arma política
Hay constancia que desde la a llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa (2018), nunca ha incluido la palabra Navidad en su felicitación, usando siempre la fórmula de “felices fiestas”. Que no deja de ser una formula vacía porque una fiesta tambien son las Fallas y los Sanfermines.
Si queda claro analizando las felicitaciones de Pedro Sanchez de los últimos años que, aunque quiere usar un tono familiar y propio de las fechas evita a toda costa el término “Navidad” como en el mensaje del año pasado “En estas fechas de encuentro, quiero desearos unos días llenos de paz, cariño y felicidad. ¡Felices fiestas!”
En este año, aun no se ha hecho su felicitación, ya que los mensajes más personales del presidente del Gobierno suelen publicarse el 24 de diciembre, pero ya ha comenzado a emitir deseos para el cierre de año ( puesto que sus vacaciones han comenzado ya) Y en mensajes recientes, ha abogado por un 2025 lleno de «avances, justicia e igualdad» para todos los españoles
En principio es la consigna para el resto del Gobierno y ministros, aunque en alguna ocasión y en alguna cuenta propia o en eventos de menor calado sí que algún ministro ha felicitado de la manera tradicional.
Tambien es notorio que la felicitación del Presidente se enmarca e integra desde 2020 con el informe anual “Cumpliendo”, por lo que las felicitaciones de Sánchez se integran en un relato de rendición de cuentas y de buenos deseos para el año entrante. Lo que convierte el mensaje navideño en una pieza más de la narrativa política del Gobierno (logros, retos, optimismo). Y menos un “momento emocional” y más “mensaje institucional de ciclo político”.
A nivel municipal, tanto en los mensajes de sus alcaldes como en la cartelería o decoración navideña hay tambien claras diferencias según el partido que este al gobierno con respecto del uso del término Navidad.
Un ejemplo de política urbana “anti navideña” es Barcelona, donde se ha optado ciertos años por no instalar el belén en el exterior de Plaza Sant Jaume (aunque sí en interior)
En esta ciudad en general se opta por el uso en campañas institucionales del ““Bones festes” y en 2009 se generó una fuerte polémica porque, aunque los mensajes navideños se expresan en distintos idiomas se excluyó el castellano.
Madrid, Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza o Málaga sí que utilizan el termino en su cartelería y comunicaciones oficiales.
Tambien estos días se aprovechan para con la felicitación lanzar “pullas políticas” o meramente sacar redito de estos días. Así Alberto Núñez Feijoo en su discurso de la cena del P.P de Navidad indicaba que no hay que ““No os voy a decir felices fiestas, os voy a decir ¡Feliz Navidad! .Si uno es católico, ¿por qué tiene que pedir perdón por serlo?”. Cuando algunas de las políticas de su partido no coinciden con los mandatos católicos
Tambien el año pasado Yolanda Diaz aprovecho para reivindicar su ( fallida) jornada de 37,50 horas. «Son días de compartir, de celebrar, de recordar. Días donde compartimos con las personas que queremos nuestro bien más preciado: el tiempo. Espero que estas fiestas os den la energía que necesitáis para seguir construyendo un futuro de paz, esperanza y felicidad. ¡Felices fiestas!»
La “excusa” para evitar el termino Navidad (que ya es mas cultural que religioso) es tener en cuenta el contexto de diversidad y entender que en nuestro país hay otras culturas y religiones. Y realmente el Estado español se considera laico.
Lo cual podría ser admisible si tambien se evitaran otros términos religiosos de otras creencias y se indicase tambien “ felices fiestas”
Sin embargo, no es así ya que tanto el Presidente o miembros de su partido han felicitado Ramadán en años anteriores. O el fin de este en sus redes sociales.
Capitulo aparte es la celebración o mención al año nuevo chino, esta fiesta no tiene un carácter tan religioso, pero sí que distintos alcaldes y municipios han querido hacer un guiño al colectivo de población chino
Así Juan Espadas alcalde de Sevilla en el año 2021 difundió un vídeo felicitando el Año Nuevo Chino en mandarín, que causo bastante hilaridad. Esta tradición ha sido continuada por Antonio Muñoz que en 2022 también felicito en chino. Y en 2025 el alcalde
José Luis Sanz impulsó la primera gran celebración municipal del Año Nuevo Chino en la ciudad, destacando el compromiso de Sevilla con la comunidad china.
En Madrid el Ayuntamiento presentó una programación oficial del Año Nuevo Chino en 2024, con participación del alcalde José Luis Martínez-Almeida y coordinación con la Embajada de China. Y en Salamanca: El Ayuntamiento celebró el Año Nuevo Chino en 2025 con una inauguración en la Plaza Mayor, con presencia del alcalde y una escultura del artista Xu Hongfei.
La polémica tambien se incluye en un contexto internacional ya que la UE retiró en 2021 una guía interna de lenguaje inclusivo que sugería evitar “Navidad” tras las numerosas críticas
Y el toque final a esta evitación del termino Navidad se ha hecho más que evidente con la publicación del calendario escolar de Castilla-La Mancha donde se elimina “Navidad” y “Semana Santa” en el calendario escolar 2025/26, sustituyendo Vacaciones de Navidad” por “Descanso primer trimestre” y “Vacaciones de Semana Santa” por “Descanso segundo trimestre. Que ha originado muchas polémicas, por verse como un intento exagerado de laicismo. Y por no estar ligado con las costumbres y resultar confuso.