Pese a que los datos de 2025 aún no están completos conviene recordar que en España siguen produciéndose desahucios bajo el gobierno de coalición PSOE-Sumar, caracterizado de progresista. El problema de la vivienda sigue sin solución y al margen de los discursos los datos hablan por sí solos.
Durante el primer trimestre de este año, se produjeron 7.334 desahucios de acuerdo con la información publicada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Durante este periodo los lanzamientos disminuyeron un 1,2% con respecto al mismo periodo del año anterior. Del total, un 76,95% se debieron a impago de alquiler, el 16,21% se debieron a ejecuciones hipotecarias y el 501 restante a otras causas.
Durante el segundo trimestre se produjeron 6.690 desahucios, un 11,6% menos que en el segundo trimestre de 2024. Un 76,1% se debieron a impago de alquiler, el 17,4% a ejecuciones hipotecarias y el 444 restante a otras causas.
Durante el tercer trimestre se produjeron 5.053 desahucios, un 4,8% menos que el año anterior durante el mismo periodo. El 74% se debió a impago del alquiler y el 17,3% a ejecuciones hipotecarias, los otros 436 restantes se debieron a otras causas.
En total, sumando las cifras de los tres primeros trimestres de 2025, se han producido 19.347 desahucios. Falta sumar los del cuarto trimestre, pero por ahora podemos concluir que han aumentado las ejecuciones hipotecarias un 2,6% durante el primer trimestre y un 14,9% durante el segundo trimestre.
Además, la moratoria antidesahucios creada durante la crisis del Covid-19 finalizará si no se renueva el 31 de diciembre. Hasta ahora, se había ido renovando y su eficacia, en claro entredicho a la luz de los datos, suponía sólo un mero paliativo temporal. Tras el fin de la moratoria se augura un aumento de los desahucios en España. La leve disminución del número de desahucios no será algo duradero, puesto que el fin de la moratoria aumentará las cifras de nuevo. Por otra parte, todavía faltan los datos del cuarto trimestre como ya hemos mencionado, por lo que la diferencia con los datos de 2024 no será muy grande.
El problema de la vivienda es uno de los más graves en nuestro país, y está en concomitancia con el problema migratorio, la especulación inmobiliaria por parte de grandes tenedores y fondos de inversión, el turismo, la subida de precios y la falta de construcción de nueva vivienda. Urge tomar medidas que impidan la compra de vivienda por parte de fondos de inversión extranjeros, que graven con impuestos las viviendas de los extranjeros que ni siquiera viven en España, ampliar la construcción de vivienda pública y de protección oficial –que se encuentra muy por debajo de la media europea– regular los precios de venta y alquiler, limitar negocios distópicos como la venta de habitaciones y estudiar expropiaciones en casos de acaparación para garantizar el acceso a la vivienda a los españoles.
