Hablar de EspaƱa rural no sĆ³lo es hablar de agricultura y ganaderĆa, lo es tambiĆ©n de biodiversidad, de cultura, de historia, de monumentos derruidos, patrimonio olvidado y, por supuesto, de los rincones mĆ”s hermosos de EspaƱa.
En muchos de estos pueblos la actividad agropecuaria ya no existe o estĆ” en grave retroceso, la realidad econĆ³mica de la poblaciĆ³n estĆ” basada en pensiones, en empleo pĆŗblico y cada vez mĆ”s en locales y actividades de ocio mientras el teletrabajo sigue siendo anecdĆ³tico. A pesar de ello es muy deseable que la agricultura, la ganaderĆa, la caza y la explotaciĆ³n forestal estĆ©n presentes en la economĆa de los pueblos pequeƱos pues, aparte del beneficio ambiental que significa el uso sostenible de los recursos naturales, mantiene la identidad rural, favorece el turismo de calidad y la diversidad econĆ³mica.
Eso se puede conseguir apoyando pequeƱas industrias fijadas en el terreno: una producciĆ³n que dotase con un valor aƱadido de calidad, cultural, ambiental o de origen a la producciĆ³n primaria. Este modelo sĆ es capaz de crear empleo y fijar poblaciĆ³n. De hecho, ya se estĆ” implementando hace algunos aƱos, desde las denominaciones de origen a la innovaciĆ³n y el mimo en la producciĆ³n de bienes como el vino o la carne.
Por otra parte, empieza a ser importante un sector de servicios que establece una nueva relaciĆ³n con las ciudades, donde sus habitantes demandan la tranquilidad, la calidad de vida y los atractivos culturales y paisajĆsticos del mundo rural. La industria turĆstica es una actividad con bastante impacto en el medio y en las poblaciones y aunque es deseable, sin control no es la panacea, como ya se ha visto en algunas ciudades, pudiendo crear problemas de masificaciĆ³n, encarecimiento de la vivienda, inseguridad o saturaciĆ³n de los servicios.
TambiĆ©n las energĆas renovables y su implementaciĆ³n dentro del sistema de producciĆ³n energĆ©tico entran en la ecuaciĆ³n: en poco tiempo se han llenado los campos de grandes extensiones de placas solares o de molinos de viento, que estĆ”n creando un grave impacto ambiental y paisajĆstico y que estĆ”n dĆ”ndole la puntilla a las poblaciones donde se asientan.
Las empresas compran gran cantidad de terrenos alrededor de los pueblos āa precio de finca agrĆcolaā a propietarios que no siempre son vecinos y aprovechando la poca capacidad de resistencia de las poblaciones. Luego, sin aportar ningĆŗn beneficio a las comunidades, fabrican una electricidad que se consumirĆ” muy lejos, en las ciudades y zonas industriales. Esto se siente como un agravio mĆ”s, pues acaban con el uso de la tierra, sin dar empleo alternativo, destruyen el paisaje y ahuyentan al turismo, abonando la despoblaciĆ³n. Se llama colonizaciĆ³n energĆ©tica y el Gobierno, que deberĆa proteger a sus Ā«administradosĀ», estĆ” completamente entregado a la avaricia de las compaƱĆas elĆ©ctricas, permitiĆ©ndoles, por ejemplo, fraccionar los proyectos para evitar los estudios de impacto.
Hace falta un plan de implantaciĆ³n de energĆas renovables mĆ”s transparente, mĆ”s coherente con el territorio y con los intereses de la poblaciĆ³n. Un plan asĆ podrĆa contemplar, por ejemplo, incentivar la creaciĆ³n de industrias de alta demanda elĆ©ctrica, cerca de los centros de producciĆ³n renovable con lo que se ayudarĆa a la industrializaciĆ³n de las zonas rurales y a la creaciĆ³n de empleo. Algo de equidad en el trato.
De momento no solo las infraestructuras como carreteras o ferrocarriles estĆ”n faltas de mantenimiento, sino que su modelo de crecimiento es radial, y si no estĆ”s en uno de los radios, directamente no estĆ”s. Eso le ocurre a muchos pueblos de la EspaƱa vaciada. A partir de este aislamiento la economĆa se resiente y la poblaciĆ³n acaba yĆ©ndose. Una alternativa serĆa plantear las comunicaciones en red, como en los paĆses del entorno. Pero lo primero es mantenerlas en condiciones.
Vemos con estos ejemplos que ya tenemos herramientas tĆ©cnicas, prĆ”cticas y planteamientos novedosos para enfrentar el problema. Lo que hace falta es voluntad polĆtica, es decir dinero y legislaciĆ³n. TambiĆ©n algo de soberanĆa para decidir y proteger nuestro sector primario, el tan cacareado y nunca visto Ā«cambio del modelo productivoĀ» y poner el bienestar de los ciudadanos por delante del de los consejos de administraciĆ³n, que ya se cuidan solos.
En este sentido, el gobierno estĆ” elaborando la Estrategia Nacional 2030 frente al Reto DemogrĆ”fico, documento que se discute junto a las Comunidades AutĆ³nomas y que ha publicado una serie de directrices que son una exposiciĆ³n de buenos deseos y lugares comunes. DespuĆ©s del COVID, en 2021, el Ministerio de TransiciĆ³n EcolĆ³gica y el Reto DemogrĆ”fico, aprobĆ³ un plan de 130 medidas, para luchar contra la despoblaciĆ³n y favorecer la cohesiĆ³n territorial con un gasto de 110.000ā¬ que viene a ser un 10% del Plan de RecuperaciĆ³n, TransformaciĆ³n y Resiliencia. Pretenden ser medidas para asegurar la conectividad, reforzar la relaciĆ³n mundo rural-mundo urbano, garantizar los servicios, fomentar el emprendimiento y el turismo sostenible.
En realidad es sencillo: de lo que se trata es de garantizar la igualdad de oportunidades y de mejorar la vida de las personas que hoy viven en los pueblos de la EspaƱa vaciada : La conectividad, las infraestructuras y el acceso a los servicios pĆŗblicos son necesidades inmediatas, antes de cualquier plan a futuro. Solo eso los harĆ” atractivos a nuevos vecinos y proyectos. Hablar de repoblaciĆ³n no supone pretender recuperar niveles de poblaciĆ³n como los de antaƱo. Los recursos de vivienda y de trabajo en cada lugar son los que marcarĆ”n el nuevo Ćndice poblacional. Es mĆ”s importante cuidar la pirĆ”mide de edad: que nazcan niƱos y que los jĆ³venes quieran quedarse.
Se debe formalizar de una vez un pacto de Estado en este sentido y debe hacerse con urgencia y transparencia. Aunque visto el descontrolado despliegue de renovables y el servilismo de los gobiernos a los deseos de los grandes inversores, corremos el riesgo de que ese dinero vaya a parar a las cuentas de resultados de algunas empresas y que al final toda esta operaciĆ³n sirva para aumentar aĆŗn mĆ”s las desigualdades en el mundo rural y para sacrificar algunos pueblos mĆ”s. ĀæAlguien se acuerda todavĆa de los Fondos de CohesiĆ³n?
Tema poco tratado y abordado de forma muy lĆŗcida, gran trabajo Juan!