El pasado viernes 19 de enero se produjo la primera visita oficial de Marlaska a Marruecos tras su nombramiento como ministro del Interior. En su reunión anterior, celebrada en Rabat en el marco de la Reunión de Alto Nivel (RAN) sostenida en febrero del pasado año 2023, Marlaska planteaba la necesidad de España de reactivar las vías de devolución de migrantes irregulares a Marruecos. Con esta, van ya catorce reuniones entre Marlaska y su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, desde 2018. La tónica de la reunión ha sido afianzar la cooperación de ambos países en materia de inmigración y terrorismo. Han hablado de la mejora tecnológica en Ceuta y Melilla para favorecer la fluidez en los pasos fronterizos.
Marlaska ha dicho que la reunión es una «buena prueba de las relaciones relevantes y fraternales entre España y Marruecos en todos los ámbitos», pero eso choca frontalmente con la realidad. Todos vivimos con consternación la entrada masiva de al menos 10,000 personas que atravesaron la frontera en El Tarajal, con la connivencia de las autoridades marroquíes, como respuesta a la ayuda española al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, cuando cayó enfermo de COVID-19. En ese momento se vio con claridad que las autoridades marroquíes utilizan la inmigración como arma arrojadiza contra España, cada vez que no les gustan las decisiones que el gobierno español toma de forma autónoma.
Y es que esta es solo una más de las muestras de chantaje que Marruecos hace a España en materia de inmigración y terrorismo. A pesar de la cantidad de dinero que nuestro país da a Marruecos precisamente para que controlen sus fronteras con España, o la aprobación del gobierno socialista de declarar el Sahara como territorio marroquí, este no desaprovecha nunca una oportunidad para sacar provecho de las vicisitudes en las que se encuentra España.
En este pasado año 2023 se ha batido el récord de entradas de migrantes irregulares en España con un total de 56.852, de los que un 70% arribaron a las costas de Canarias, pero también en Ceuta y Melilla se han producido entradas. El portavoz del gobierno ceutí, Carlos Rontomé, ha calificado de «frustrante» la visita de Marlaska a Marruecos y ha afirmado que «a pesar de que el ministro del Interior conoce sobradamente la situación en la que la ciudad autónoma atraviesa, no ha nombrado a Ceuta más que para resaltar el reforzamiento del lado marroquí de la valla». También ha declarado que «en estos momentos Marruecos tiene una actitud hostil hacia la ciudad de Ceuta» y que, a pesar de haber escrito hace apenas dos semanas una carta a la presidencia para pedir ayuda, no han obtenido ningún tipo de contestación y que desconoce si el presidente va a hacer una visita a la ciudad o si solo irá a Melilla, que tiene un gobierno del partido socialista.
La disonancia entre el gobierno socialista y la realidad es pasmosa para la ciudadanía española, preocupada por la creciente hostilidad de Marruecos hacia nuestro país. Y es que Marruecos todavía reclama como suyas las comunidades de Ceuta, Melilla y Canarias, y aunque el derecho internacional no deja dudas sobre la soberanía de los territorios españoles extrapeninsulares, esto no es óbice para que Marruecos persista en su empeño de anexionarse estas autonomías españolas.
En resumen, las declaraciones del ministro Marlaska nos hacen dudar de para quién son clave las buenas relaciones de España con Marruecos, si para España o para Marruecos.
Totalmente de acuerdo, gracias por recoger las impresiones de buena parte de la ciudadadania.
Muy buen artículo que representa un problema de la sociedad actual que parece no importarle a quien más le tiene que importar… Esperemos que la situación ambie.
Estoy de acuerdo con el artículo, que expone la problemática de la inmigracion.
Fantástica reflexión de una situación actual tan real… ¡Con ganas espero al siguiente artículo!
Totalmente de acuerdo,