El nuevo Ministerio de Cultura, dirigido por el economista Ernest Urtasun, lleva desde el comienzo de su legislatura realizando una transformación de los museos españoles, en los que Urtasun asegura que existen restos coloniales que hay que revisar. En concreto, el ministro de Sumar ha encontrado ejemplos para sus políticas “descoloniales” en el Museo de América y el Museo Arqueológico Nacional (MAN).
En este último, ha señalado en una respuesta en el Congreso de los Diputados que «se podrían citar como ejemplos de la cultura colonial importantes restos arqueológicos ibéricos que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional». En la contestación se citan también ejemplos coloniales del Imperio Romano, la conquista española de América tras 1492, la presencia de España en Filipinas o los últimos procesos colonizadores españoles en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX en Marruecos y en el resto de pertenencias españolas en África. En estos procesos, el Ministerio de Cultura ha indicado que se conservan en los mencionados museos restos materiales de estos procesos.
Sin duda, resulta desconcertante que Urtasun se retrotraiga a los íberos, no siendo estas sociedades prerromanas especialmente coloniales, por lo que históricamente no tiene sentido enfocarse en este tipo de restos arqueológicos. Es curiosa, también, la omisión de la Edad Media por parte del ministro, época en la que se produjo un periodo de conquista proveniente de Arabia y el Magreb que supuso la creación de Al-Ándalus en la Península Ibérica y la expansión del Islam, que dejó gran cantidad de lo que llaman restos coloniales.
No conocemos si esa omisión ha sido intencionada o por puro desconocimiento histórico, lo que sí que sabemos es la adquisición por parte de su ministerio de una serie de 88 monedas de época islámica de la colección Tonegawa para el Gabinete Numismático del Museo Arqueológico Nacional, lo cual es lógico que sean de propiedad estatal, ya que pertenecen a la historia de España. Sin embargo, con este hecho entendemos que Urtasun no considera cultura colonial a la invasión islámica de la península.
Según el Gobierno de España, la cultura colonial se refiere «al conjunto de manifestaciones culturales que se producen en una comunidad bajo la presencia de otro grupo humano foráneo que ejerce una posición dominante». Por este mismo motivo, resulta hipócrita que incluya entre sus ejemplos restos íberos, mientras su ministerio compra monedas de una «cultura colonial», por su propia definición.