En el último año, se ha experimentado un aumento de en torno al 117% en la llegada de menas a toda España; la mayoría con destino a Barcelona, ciudad que, a diferencia del resto de ciudades españolas, extiende la edad de protección hasta los 21 años.
A falta de publicarse los datos de marzo, la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA) señala una acogida de 364 menores extranjeros no acompañados en enero y 300 más en febrero, lo que supone una llegada diaria media de 10 menas a la comunidad autónoma catalana. Los datos, se suman a los 10.738 que se quedaron en España en todo 2023, de los cuales, poco más de dos mil se quedaron en Cataluña.
Este incremento está llevando a la DGAIA a proporcionar nuevas plazas de acogida: desde equipaciones pequeñas a pisos. El Secretario General de Derechos Sociales, Oriol Amorós, expresa las dificultades por las que está pasando el gobierno, llegando a declarar que «es más fácil abrir una vivienda que un centro» debido a los problemas en las negociaciones con los respectivos ayuntamientos.
La situación recuerda mucho a las tensiones sufridas en 2018 con una llegada récord en la región de 3.079 jóvenes foráneos procedentes mayoritariamente de países como Marruecos, Gambia y Senegal, aunque la Dirección General nunca había registrado unas cifras tan elevadas como las del inicio de este año.
El Gobierno catalán se está viendo desbordado al no poder atender a los adolescentes recién llegados. La saturación de los centros de acogida ha llevado a muchas personas a quedarse en comisarías de los Mossos d’Esquadra, donde pasan noches o incluso días a la espera. A pesar de ello, resulta bastante llamativo como el presidente en funciones Pere Aragonès persiste en su labor de querer acogerlos.
Amorós pide al gobierno central un «reparto solidario» aludiendo que «el estado tiene que regular este flujo de inmigrantes, es responsabilidad de todos». Recuerda que son la comunidad que tiene unas condiciones más laxas con respecto a la edad de protección, sumado a que un 60% de las llegadas que terminan en Cataluña provienen de Canarias.