La operación policial, que se llevó a cabo los días 6 y 7 de marzo, se coordinó de forma simultánea en poblaciones de España y Portugal, en concreto Cataluña, Madrid, Andalucía, Aveiro y Lisboa. En ella se detuvieron a un total de 20 personas que formaban parte de una organización criminal internacional dedicada a blanquear dinero del tráfico de drogas, que posteriormente se distribuían en Europa. Los registros dieron como resultado la incautación de una pistola, gran cantidad de dinero en efectivo, lingotes de oro, joyas y más de 30 relojes de alta gama valorados en unos 500.000 euros, así como más bienes de lujo.
Gracias a la cooperación de agentes de Policía Nacional y Mossos d’Esquadra, en colaboración con INTERPOL, SIRENE y la Policía Judiciaria de Portugal, se ha podido desarticular esta red que llevaba activa más de 8 años, y que se aprovechaba de la identidad de multitud de personas y a parte, los agentes ya han podido acreditar un blanqueo de fondos superior a los 10.000.000 de euros.
La investigación comenzó gracias a la localización de 1400 kilogramos de cocaína ocultos en un transporte procedente de Brasil, en una empresa de Sant Boi de Llobregat. Tras la incautación de dicha droga se pudo identificar y detener a las personas que participaron en la planificación e introducción de la droga. Debido a la capacidad que esta parecía ostentar, se pudo investigar y destapar la necesaria red económica que permitía financiar los cargamentos de droga efectuados bajo la cobertura de un numeroso grupo de personas y empresas ubicadas especialmente en Cataluña, Madrid y Andalucía.
Los envíos de dinero se realizaban de 3 formas, primero mediante mulas que a cambio de una comisión, ingresaban dinero en efectivo, pequeños importes en diferentes entidades bancarias que superan los sistemas de control de prevención de blanqueo de capitales que implementan los bancos, segundo mediante inyecciones de dinero sobre un entramado de empresas vinculado a un empresario de Almería, el cual a su vez contaba con la colaboración de terceras empresas para simular operaciones comerciales, y tercero destinando parte de los fondos a la adquisición de propiedades, que inscribían a nombre de testaferros.
La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones que se sumarían a las 20 realizadas hasta el momento, siete de ellos han ingresado en prisión provisional, uno de ellos en Portugal y otro en Venezuela.