El 7 de octubre de 2023 se inició una guerra que enfrentaba al Estado de Israel y a la Resistencia Palestina liderada por Hamás, la fuerza con más poder dentro de ésta. Los enfrentamientos en Gaza han arrasado completamente la ya devastada región. Aún se desconoce cómo el 7 de octubre se pudieron traspasar las férreas defensas israelíes, si fue una operación exitosa o, simplemente, se les dejó pasar, consiguiendo un pretexto para una intervención a gran escala en el lugar.
La intervención terrestre en Gaza tenía como objetivo principal destruir a Hamás y a las otras fuerzas de la Resistencia, y rescatar a los rehenes. A día de hoy ningún objetivo se ha logrado y se vislumbra con claridad que las fuerzas sionistas quieren establecerse en Gaza a costa de aniquilar a los palestinos, habiendo iniciado ya en buena medida la Doctrina Dahiya (guerra total). Por otra parte, el ataque del 7 de octubre tal vez tratara de hacer entrar al ejército israelí a un terreno favorable en el que poder desangrarlo.
Israel en su momento favoreció el auge de Hamás frente a las otras fuerzas de la Resistencia: esto le proporcionaba un enemigo al que aniquilar y con el que no se pudiera negociar, dejando únicamente la solución armada sobre la mesa.
En el plano internacional la guerra forma parte de la pugna geopolítica entre Israel y EEUU (con bases militares en la región) contra Irán. En este contexto Israel bombardeó en Damasco (Siria) el consulado iraní el 1 de abril, matando a 13 personas, incluido el General de Brigada Mohammed Reza Zahedi, un alto comandante de la rama extranjera de la Guardia Republicana de Élite de Irán (CGRI). No es la primera vez que Israel bombardea a países vecinos, pues los bombardeos a Siria han sido habituales, también sobre el Líbano.
Irán lanzó en respuesta entre el 13 y 14 de abril la Operación Promesa Verdadera, un ataque moderado con misiles y drones sobre Israel, sobre objetivos militares en la base aérea de Nevatim en el Neguev, en el puerto de Eilat, en los Altos del Golán (territorio ocupado por Israel en Siria) y sobre Jerusalén. Hubo un acompañamiento simbólico del ataque por parte de Hezbolá, la Resistencia Islámica de Iraq y los Hutíes.
Irán pretende cohesionar las fuerzas del Eje de la Resistencia (fuerzas afines a Irán en la región), mostrarse más activo que los países árabes ante el conflicto en Gaza, y así romper o dificultar la senda de los Acuerdos de Abraham de 2020 (normalización de relaciones entre Israel y varios países árabes), aislando la posición israleí y fortaleciéndose internacionalmente. En el plano militar trataría de aliviar el frente en Gaza, mediante ataques desde otros frentes para dar un respiro a las fuerzas de la Resistencia Palestina, así como reducir la capacidad ofensiva israelí.
La respuesta iraní al ataque a su consulado en Siria ha sido moderada, dando tiempo para una defensa (dos semanas), en la que junto a Israel participaron EEUU, Jordania y Reino Unido, con la ayuda de otros países, para evitar un conflicto a escala regional. Israel, a pesar de haber repelido con éxito el ataque, habría mostrado la capacidad de su escudo aéreo, pudiendo ser la ofensiva iraní un tanteo de sus defensas.
Israel, tras los acuerdos de Oslo de 1993, ha considerado a los palestinos como prescindibles a la hora de solucionar el conflicto, confiando más en su arsenal militar, la famosa cúpula de hierro protege su espacio aéreo, teniendo ocupada Cisjordania y Gaza bloqueada.
A día de hoy debido al estancamiento en Gaza se aprecia una desorientación estratégica de las fuerzas sionistas, agravado por el empeoramiento de la imagen de Israel en el ámbito internacional, ya mala de por sí, y por la posibilidad de nuevos frentes de combate, especialmente al norte en la frontera con el Líbano con Hezbolá. Por ello, el ejército isrealí trata de mantener la iniciativa, con ataques en suelo libanés y sirio, marco en el cual se da el ataque al consulado iraní en Damasco. Este ataque también podría buscar una respuesta por parte de Irán y mostrar así a Israel como un país atacado y a la defensiva, procurando mejorar su ya dañada imagen tras la guerra de exterminio en Gaza.
Hay sectores en el estado israelí que empiezan a defender una postura más agresiva, y atacar a Irán. Se plantean dos escenarios: una distensión y una coalición con otros países árabes como Jordania y Arabia Saudí, con un alto el fuego, que permita recuperar una buena imagen internacional y llegar a un acuerdo con la Autoridad Nacional Palestina, o bien escalar a un conflicto mayor.
La escalada bélica es un escenario posible, Israel lanzó un ataque el 19 de abril sobre objetivos militares iraníes en Isfahan, sin causar víctimas mortales. Se trataría de una respuesta bastante moderada. Ambos beligerantes muestran cierta contención pero el enfrentamiento es cada vez más factible.