Aayden Gallagher ha fulminado a sus competidoras en una carrera universitaria. El estudiante se ha distanciado en más de cinco segundos de la segunda clasificada. Una de las madres de las competidoras ha mostrado su indignación y ha abogado por un cambio en la regulación de las competiciones.
El deporte femenino ha vuelto a ser noticia en el estado de Oregon. Esta vez, la disciplina implicada ha sido el atletismo, concretamente una prueba de 200 metros, donde un atleta transexual no ha tenido rival. El ganador de la prueba fue Aayden Gallagher, quien se encuentra en un proceso de hormonas para afrontar su cambio, obtuvo una ventaja de cinco segundos sobre su máxima perseguidora. La marca del vencedor ha quedado emplazada en los 25,49 segundos, mientras que Abby Wilson paró el reloj en los 30,77 segundos.
Una polémica sin solución
La llegada del movimiento queer a la esfera social y gubernamental ha provocado un maremoto en el plano deportivo. La falta de soluciones en las legislaciones dibuja un futuro incierto para las pruebas femeninas. Una de las voces que ha mostrado una nueva vía es la madre de una de las competidoras: «Debemos exigir una tercera categoría en las competiciones de secundaria, o que las carreras sean por género biológico. Cualquier otra cosa es una burla al atletismo femenino». Además, en sus redes sociales, ha dejado constancia de que Gallagher competirá en las pruebas estatales, donde tendrá la opción de alzarse con un nuevo triunfo.
El evento se suma a la lista de sucesos similares, que han llevado a atletas a dejar el deporte y la competición. En el deporte, dejando a un lado las competiciones mixtas, todo el mundo debe luchar en igualdad de condiciones. La única diferencia debe radicar en el entrenamiento y la capacidad de sufrimiento que consiga cada deportista para alzarse con la victoria.