El Ministerio de Igualdad vuelve a verse inmerso en una nueva polĆ©mica; ya fuese desde la gestiĆ³n de la anterior ministra, Irene Montero, con la redacciĆ³n de la ley del Ā«solo sĆ es sĆĀ», o las controvertidas campaƱas pseudoerĆ³ticas anunciadas desde el Ć³rgano del ejecutivo. Con todos estos episodios destacados, podemos dar fe de que el cambio dentro de la direcciĆ³n no ha alterado el rumbo mediĆ”tico de la instituciĆ³n, que sigue siendo cuestionada por declaraciones de su dirigente actual; ya protagonizĆ³ diversos titulares en medios de comunicaciĆ³n, por estallar contra el Ā«machismo reaccionario del PPĀ», en respuesta a una pregunta de Jaime Miguel de los Santos que planteaba a la ministra cĆ³mo valoraba que los jĆ³venes estuviesen cada vez menos implicados en la lucha por la igualdad. Tras el anuncio del gobierno valenciano avalando a una asociaciĆ³n que pretende defender a los hombres maltratados, la ministra se ha mostrado contundentemente en contra de estaĀ iniciativa.
Tras unas declaraciones concedidas al programa de Al rojo vivo en La Sexta, Ana Redondo, respondiĆ³ a la pregunta de si tienen o no derecho a constituirla, alegando que: Ā«Legalmente no lo sĆ©, pero Ć©tica, moral y constitucionalmente yo creo que noĀ». En su cuenta de la red social X tuiteĆ³: Ā«La violencia de gĆ©nero es estructural y se ejerce contra la mujer por el hecho de serlo. Es un tipo de violencia no equiparable con ninguna otra. Nuestra obligaciĆ³n es trabajar para erradicarla, no asumir postulados negacionistas que pisotean los derechos de las mujeresĀ».
Las declaraciones de la ministra han desatado una lluvia de respuestas en redes sociales desde posiciones afines y dĆscolas. Especialmente preocupante es su afirmaciĆ³n negando el derecho constitucional a formar la organizaciĆ³n contra las denuncias falsas. La propia carta magna reconoce el derecho de asociaciĆ³n en su artĆculo 22, pudiendo negarse Ćŗnicamente bajo: persecuciĆ³n de fines o medios tipificados como delito o ilegales, resoluciĆ³n judicial motivada, tratarse de una sociedad secreta o tener un carĆ”cter paramilitar (artĆculo 22 secciĆ³n 2,4 y 5). AdemĆ”s, la asociaciĆ³n cumple el requisito del apartado 3 que obliga a ser inscritas en registro, por lo que, al menos bajo los marcos legales, no hay razĆ³n fundada para a estar en contra de su formaciĆ³n. Lo mĆ”s grave del asunto es que la seƱora Redondo es doctorada en derecho constitucional por la Universidad de Valladolid, teniendo una trayectoria de mĆ”s de 20 aƱos ejerciendo como jurista.
A pesar de las crĆticas de parte de la clase polĆtica a la formaciĆ³n de esta organizaciĆ³n, lo cierto es que la La AsociaciĆ³n para la Defensa de los Hombres Maltratados figura como inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones desde agosto 2022, segĆŗn indica la Conselleria de Justicia de la Generalitat Valenciana. Esto ha despertado las crĆticas de la vicepresidenta segunda y consellera de la Generalitat Valenciana de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda del PP, Susana Camarero, que reclamaba que nos encontramos ante un Ā«ridĆculo nacionalĀ» y denunciaba Ā«la hipocresĆaĀ» del Gobierno central por criticar la inscripciĆ³n de la FundaciĆ³n para la defensa de hombres maltratados que fue Ā«inscrita y autorizada en el registro Nacional de Asociaciones en el aƱo 2022 por el ministro Grande-Marlaska y por lo tanto por el Gobierno de Pedro SĆ”nchezĀ».
Los fines Ćŗltimos de la asociaciĆ³n, segĆŗn la resoluciĆ³n de la Conselleria de Justicia de Interior por la que se acuerda la inscripciĆ³n de la fundaciĆ³n, es garantizar la protecciĆ³n de los hombres Ā«vĆctimas de malos tratos en las relaciones con sus parejas o exparejas, mujeres. Dentro del marco legal vigente, actualmente conocida como violencia domĆ©sticaĀ». Y Ā«promover la igualdad integral de derechos entre hombres y mujeres, en concreto velando por las vĆctimas masculinas de violencia en el Ć”mbito de las relaciones de parejaĀ», segĆŗn recoge la resoluciĆ³n publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana.
Desde la organizaciĆ³n ofrecen atenciĆ³n jurĆdica y psicolĆ³gica a los afectados. Ā«En EspaƱa ellos no pueden ir a una comisarĆa y denunciar a su pareja porque a los policĆas se les dice en los cursos que la mujer maltratadora es un mito. Si van, los policĆas hablarĆ”n con ella, y si ella dice que Ć©l es el agresor, acabarĆ” en el calabozo. Recomendamos que graben las agresiones, que consigan partes de lesiones, y que denuncien en un juzgado y con un abogado al ladoĀ», explica el abogado de profesiĆ³n y portavoz de la asociaciĆ³n Juanma MelgarĀ
Cabe destacar que desde elĀ Fichero de Denominaciones de Asociaciones del Ministerio del Interior, hay constancia deĀ otras siete asociaciones o entidades de similar naturaleza, objeto y finalidad, registradas y autorizadas por el Ministerio del Interior. Estas asociaciones se encuentran localizadas en Castilla y LeĆ³n, Canarias, Madrid, y AndalucĆa.