El dopaje vuelve a salpicar al ciclismo espaƱol. El equipo Caja Rural se ha visto implicado en la OperaciĆ³n Ilex, que investiga la relaciĆ³n del equipo con el mĆ©dico Marcos Maynar, quien fue suspendido por la FederaciĆ³n Portuguesa durante diez aƱos por suministrar sustancias prohibidas. El equipo espaƱol ha negado las acusaciones en un comunicado oficial.
La temporada habĆa terminado con dudas en el PelotĆ³n. Las sospechas apuntaban a los resultados del Jumbo Visma, gran dominador esta temporada, y que habĆa sufrido dos imprevistos con la Agencia Antidopaje Alemana. Los holandeses cuentan en sus filas con Michel Hessmann, quien dio positivo al finalizar la temporada, y con Nathan Van Hoydock, que sufriĆ³ un paro cardiaco en la carretera. El silencio del Jumbo ha dado paso al siguiente capĆtulo de esta trama.
Un mensaje anĆ³nimo
Con un simple correo, sin remitente reconocible, la estructura espaƱola comenzĆ³ a temblar. Durante la disputa sobre la Vuelta a EspaƱa llegaba el PDF de la discordia. En el documento se exponĆan diferentes conversaciones que apuntaban a una relaciĆ³n entre el director del equipo, Juanma HernĆ”ndez, y Maynar: Ā«Que se traigan a los ciclistas sin que se entere el mĆ©dico y nosotros hacemos nuestro trabajoĀ» fue la respuesta de este, negĆ”ndose a colaborar con la Universidad de CĆ”ceres. No son los Ćŗnicos sucesos que sobresaltaron al equipo en aquella Vuelta a EspaƱa. Un dĆa despuĆ©s de llegar la noticia a los directores, el ciclista Orluis Aular se retirĆ³ de la competiciĆ³n. El Caja Rural, ante el revuelo, ha negado las acusaciones y la relaciĆ³n con Maynar: Ā«El equipo fue vĆctima de una difusiĆ³n parcial, sesgada y descontextualizada. (…) El Ć”nimo de daƱar la reputaciĆ³n de este equipo es obvio, y execrableĀ».
Modo de actuaciĆ³n
La Guardia Civil baraja la opciĆ³n de que el correo viniese desde un equipo que no habĆa recibido la invitaciĆ³n para participar en la Vuelta a EspaƱa. Lo que tienen claro las autoridades es el modus operandi, ya que el caso de Lance Armstrong o el Caso Festina siguieron el mismo proceso. El mĆ©todo consiste en que los corredores se vean obligados a consumir y, una vez las sustancias no son suficientes, el director del equipo los abandona a su suerte en la puerta de la clĆnica. Ya que, por desgracia, los efectos secundarios son los llamados daƱos colaterales, de los que nunca se recuperarĆ” el ciclista.