Siemens Energy cerró el ejercicio de 2023 en septiembre con una pérdida de 4.500 millones de euros. La justificación oficial de estas pérdidas son los fallos en las turbinas eólicas 5.X., con un coste superior a 1.000 millones de euros. El prestigio que algún día tuvo Gamesa ha sido dilapidado por las decisiones que se toman en Múnich y ahora el Gobierno y el Banco de España piensan pagar un rescate millonario que solo va a asegurar 5.000 empleos.
Iberdrola y Siemens podrían volver a verse en los juzgados
A pesar de que el viernes 24, la alemana transmitió a los sindicatos que “España es y seguirá siendo un país importante para la empresa, ya que Europa es uno de sus mercados más relevantes”, hace años que las decisiones de Gamesa no se toman en España.
Tras las declaraciones de Siemens sobre la cantidad real de turbinas defectuosas, Iberdrola ha anunciado que trabaja en la posibilidad de solicitar daños y perjuicios al fabricante. No descarta lanzar un arbitraje si se generan controversias. La relación de Siemens e Iberdrola ha sido tumultuosa desde un principio. Pero si algo tienen en común es la poca transparencia.
Una serie de catastróficas desdichas
Gamesa cerró las cuentas en 2016 con 4.612 millones de euros, superándose en ganancias. La debacle vino en 2017, cuando Iberdrola y Siemens finalmente negociaron la fusión. La alemana iniciaría la pugna por las participaciones y las acciones minoritarias, una absorción en toda regla que Iberdrola llevaría a los juzgados. Finalmente, la española saldría del accionariado en 2020, año en el que Gamesa tuvo que pasar por concurso de acreedores.
Pese a que el Gobierno infló a subvenciones a la eólica, Siemens acabó el año 2021 con pérdidas de hasta 627 millones de euros. Lo acabaron pagando 266 empleados de Cuenca y A Coruña, siendo echados a la calle para deslocalizar la producción a Portugal. Por aquel entonces Siemens no se pronunciaba sobre estos problemas, pero no eran los primeros cierres ni tampoco los últimos.
Es en enero de 2022, cuando Siemens-Gamesa e Iberdrola firman un acuerdo como proveedor y cliente para la instalación de las primeras turbinas 5.X., anunciándolas como las más potentes del mundo en eólica terrestre. El año se cerró con 6.000 millones de euros en pérdidas y entonces Siemens se pronunciaría por primera vez, poniendo el foco del problema en los fallos “en unos pocos” aerogeneradores (0,04%) y el elevado coste de las materias primas. Aún existiendo esta subida, esto no explica el problema en el que está sumergido Gamesa.
A principios de este año, las acciones del fabricante de turbinas dejaron de cotizar en la Bolsa española y algunos departamentos fueron absorbidos por Siemens Energy. De repente, la versión de Siemens sobre la cantidad de turbinas defectuosas cambió: ya no se estimaba un 0,04 % de potencia afectada, sino de un 15 al 30% en todo el mundo. Gamesa tiene ahora en vilo a 700 trabajadores de Castilla y León, cuyo futuro es moneda de cambio para los alemanes.
Siemens-Gamesa y el Sáhara Occidental
En los últimos 20 años, Marruecos ha incrementado su consumo interno de energía por lo que también ha aumentado su dependencia de las importaciones extranjeras. Aquí es donde entra Siemens-Gamesa. La empresa llegaría a los territorios ocupados del Sáhara por Marruecos en 2016 con la construcción de 4 parques eólicos en los que se invirtieron más de 1.200 millones de dólares estadounidenses por parte del gobierno marroquí.
Pero si hay un proyecto que ha estado envuelto en la polémica desde 2013 ese es el del parque eólico de Foum el Oued. 22 aerogeneradores de Siemens se alzan en la región cercana a El Aaiún, proporcionando energía casi en exclusiva a la mina de fosfato de Phosboucraa (Sáhara) y permitiendo al reino alauí situarse como una potencia mundial en cuanto a la extracción y comercialización de este compuesto químico.
Mar Cano.