El pasado lunes 19 de mayo, en el metro de la ciudad condal, un varón de unos 37 años, se saltaba un control policial rutinario de los Mossos d’escuadra. Esta huida provocó la paralización de la línea de metro L5 durante 40 minutos, con el fin de dar caza al individuo, que opuso resistencia llegando incluso a agredir a los agentes.
En el momento de la detención, el sujeto, portaba un portátil valorado en 1.300 € que acababa de sustraer de una tienda. En su historial acumulaba 11 detenciones policiales por robo con violencia e intimidación. Además, ha sido acusado de atentado contra los agentes de la autoridad.
El corte de la línea de metro que une Cornellá centre con Vall d’ Hebrón, que provocó la persecución y el posterior arresto, sumió en un caos al metro de Barcelona que afectó a aproximadamente un millar de personas.
No han querido facilitar la nacionalidad del agresor.