Un muerto y un herido ha sido el trágico balance que ha dejado este jueves por la noche un atentado islamista en la ciudad de Róterdam (Países Bajos).
Según informa la prensa alemana, el hombre, armado con dos grandes cuchillos, apuñaló a su primera víctima en el interior de un aparcamiento, dejándola gravemente herida. Después salió al exterior y comenzó a atacar indiscriminadamente a los transeúntes de la zona del Puente de Erasmus al grito de ‘Allahu Akbar’. Allí apuñaló salvajemente a la segunda víctima, que falleció a causa de las heridas.
Un ciudadano, llamado Reniel Renato David Litecia, de 32 años y entrenador personal, le hizo frente consiguiendo dejarle inconsciente, evitando así que hubiera más víctimas. El asesino y el herido fueron trasladados al hospital, quedando el primero detenido.
A pesar de la declaración de todos los testigos, que aseguran que el terrorista gritó en repetidas ocasiones ‘Allahu Akbar’, el portavoz de la policía alemana ha declarado: «Lo incluiremos en la investigación, pero es demasiado pronto para ponerle una etiqueta en este momento».
Mi pregunta es sencilla: ¿Es demasiado pronto para ponerle la etiqueta de «gilipollas» a este portavozo?