Hace 2 semanas escribíamos sobre la situación de los traslados de los Menas desde Canarias hasta la península. Concretamente exponíamos lo absurdo que supone defender esta medida como una forma de mitigar los efectos de un acto delictivo como es el de migrar de forma ilegal, usando el ejemplo de la redistribución de camellos y drogadictos con el fin de no concentrarlos en un lugar. Además exponíamos el chantaje catalán y el rebote de Ayuso al respecto.

Iniciemos por este punto, ya que solo lo expusimos de refilón. Y es que el gobierno ha cedido las competencias de inmigración a la Generalitat de Cataluña. Este ha sido una concesión ante Junts, socio imprescindible del gobierno de coalición. Pero lo más llamativo es que en la Generalitar gobierna el PSC. De esta forma vemos como el mismo partido inunda España con «menores» delincuentes y desarraigados pretendiendo vendernos esta medida como algo positivo, mientras en una comunidad en la que gobiernan ponen barreras a que lleguen estos mismos sujetos ya que esto le restaría apoyo electoral y la situación migratoria en Cataluña-la peor del país solo quizás superada por Canarias- se les podría ir de las manos. Pero eso no es todo. Resulta que los sectores independentistas fueron los principales promotores de la migración magrebí a Cataluña, ya que los andaluces y los latinos ya hablaban el castellano y resultaba muy difícil de crearles un rechazo hacia la idea de España. Y fue así como nacieron iniciativas como Nous Cataláns, que pretendían organizar a este colectivo musulmán en favor del Procés. Pero para sorpresa de nadie acabó derivando a lo que siempre derivan estos caso… yihadismo e integrismo hasta en la sopa. Y es que la población magrebí fue impermeable a la propaganda catalanista, aunque pudiesen votar a estos partidos por cierto clientelismo. Ciertamente estos «nous cataláns» no solo odiaban a España, si no a todo lo occidental, a lo cual pertenece lo catalán obviamente. Esto ha provocado que surjan propuestas como la de Silvia Orriols, que todas las encuestas auguran que va a acabar fagocitando al antiguo procesismo. Ahora bien, si observamos la teoría de Aliança Catalana de que la inmigración masiva islámica es un complot de España para destruir Cataluña, todo hace evidenciar que Orriols consume bebidas espirituosas de mucha mayor graduación que el tradicional cava.

El chantaje catalán se intentó justificar en base a la proporcionalidad. Esto es, las comunidades que más inmigrantes habían recibido serían las que menor cuota les sería asignada. Pero esto es falaz, ya que solo se cumple con Cataluña, y es que Andalucía es la segunda comunidad más regada de inmigración ilegal, y su cuota en el reparto de menas es similar a la de Madrid. Pero entre tanto politiqueo se nos olvida la región que más sufre estas oleadas masivas de personas desconocidas a todos los niveles. Y es que las islas Canarias eran conocidas por ser un paraje privilegiado en lo climático, y poblado por una población tan amable y simpática como ese clima tropical. Pero desde que la ruta libia se cortó en Italia, y la balcánica se limitó ante el blindaje de Hungría y Polonia, y el resto de países centroeuropeos comenzaron-aunque de forma vaga y a regañadientes- a reforzar un poco más sus fronteras, Canarias se ha convertido en un coladero humano.

Y es que es difícil de entender que esta situación se siga prolongando en el tiempo. Canarias se está llenando de gente de la cual no se conoce nada en absoluto, y estos saltan tranquilamente luego a la península y a Europa. Estamos hablando de posibles yihadistas, de narcotraficantes, de exconvictos. Y es que aunque se probase que ninguno de ellos tiene antecedentes penales, siguen siendo jóvenes con dinámicas sociales que son contrarias a las españolas, además de que se insertan en mercados laborales raquíticos que apenas ofrecen oportunidades a los locales. A esto se suma una patronal que lejos de buscar mejorar y desarrollar la producción, se les hacen los ojos de gominolas en pensar en pagar por debajo de los 6 euros la hora, y si hay algún problema que los trabajadores pidan por favor rezar en ramadán y un donativo para su mezquita, mientras matan sus ratos libres soñando con un futuro 11M y un Al-Andalus ampliado.

La única solución a la crisis migratoria en Canarias es el cierre de la frontera marítima, y es que Australia nos brinda el único ejemplo fructífero al respecto. Seguir achicando y repartiendo los problemas, o negándolos solo condena a que el problema se agrave.