La Policía Nacional ha liberado en el madrileño barrio de Usera a una ciudadana china que había sido encerrada en una habitación insalubre por su propio padre. La liberación se produjo gracias a que la víctima pudo ponerse en contacto con la policía.
Al personarse en el lugar de los hechos, los agentes encontraron a la mujer, de 30 años, encerrada en una habitación con cerraduras en la puerta y las ventanas, en la que había un orinal, y sin ventilación ni agua.
Según relató la víctima, no era la primera vez que había sido encerrada, pues ya había sido retenida por periodos de hasta 30 días, durante los cuales era obligada a reparar teléfonos móviles.
El secuestrador, un hombre chino de 56 años, padre de la víctima, fue detenido en el acto.