La Guardia Urbana detuvo el domingo a un menor originario de Marruecos que había agredido e insultado a otro hombre por su condición sexual. Cuando los agentes se dispusieron a arrestarle, el joven rompió una botella de cristal y, utilizándola a modo de arma, trató de disuadir a los policías para poder huir. Finalmente, pudo ser detenido.
Los hechos sucedieron en la madrugada del domingo durante la fiesta mayor de Poblenou, en Barcelona. Según relataron los testigos y la propia víctima, en un momento de la noche el menor se acercó a la víctima, a quien no conocía, y comenzó a reprocharle que fuera maquillado. Poco a poco fue subiendo el tono de los insultos hasta llegar a golpear en varias ocasiones al hombre.
Fueron los testigos de la agresión quienes pusieron los hechos en conocimiento de los agentes de la Guardia Urbana presentes en la zona, que inmediatamente se dispusieron a detener al agresor. Sin embargo, este, al conocer las intenciones de los policías, trató de amedrentarles rompiendo una botella de cristal y amenazándoles. De nada le sirvió, pues finalmente los agentes pudieron arrestar al individuo por un delito de lesiones con el agravante de delito de odio, al tratarse de una agresión homófoba.