Con la llegada masiva de inmigración de contextos islámicos a España, la presencia de musulmanes en organizaciones políticas es cada vez más común. Desde Marruecos se incentiva a la población marroquí a que se organice dentro partidos para que existan políticas que beneficien a la monarquía de Mohamed VI en España.
Desde los años de la Transición han existido pequeños partidos políticos con tendencias islamistas, principalmente en Andalucía, en Ceuta y en Melilla. Estas organizaciones que cursan un nacionalismo andaluz, se sirven de las ideas de Blas Infante. Este pensaba en Al-Ándalus como en el mayor periodo de esplendor, progreso y convivencia.
De estas ideas surgen partidos nacionalistas andaluces defensores del Islam como Liberación Andaluza, organización nacida en los años ochenta que pretendía hacer oficial el árabe. Fue fundada por la Yama’a Islámica de Al-Ándalus, asociación cultural de musulmanes conversos que promueven la fe islámica y el legado andalusí en Andalucía.
Otra organización que pretende instaurar las enseñanzas islámicas con base en los ideales de Blas Infante es el Partido Andalusí. Dicho partido estaba dirigido por Driss Mohamed, que fuera candidato a alcalde de Algeciras por el PRUNE.
El Partido Renacimiento y Unión de España (PRUNE) es otra de estas organizaciones vinculadas al Islam que contempla los principios islámicos y que pretende organizar a los musulmanes del territorio español. Estos se inspiran en otros de Europa con mayor presencia como la Unión de Demócratas Musulmanes Franceses.
Partidos más asentados como Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez, tienen por referente a Blas Infante y sus ideales acerca del pasado musulmán de la Península y de Andalucía en concreto, región donde se piensan que ha tenido un mayor calado. No son de extrañar sus continuos guiños a la población musulmana y su deformación de la historia, presentando la Toma de Granada como un genocidio. Dicha repulsa a la historia la comparte también toda la izquierda nacionalista, que critica dicha celebración.
Por lo general, los partidos con tendencias islámicas que han existido no han tenido demasiado calado hasta el momento. Aunque es cierto que la figura de Blas Infante, musulmán converso, es reconocida en toda Andalucía.
En Melilla nos encontramos con CpM, partido formado por musulmanes salidos del PSOE que se encuentra en la órbita del régimen de Rabat que ha sido desmantelado por fraudes electorales y corrupción sistemática. Aún así, Marruecos podría alentar la creación de un nuevo partido para facilitar futuras operaciones en la ciudad española.
Por el momento, la táctica marroquí para favorecer a sus intereses no pasa por partidos políticos islámicos con presencia muy limitada. Parece que prefieren la infiltración en partidos como el PSOE, ordenando a los marroquíes residentes en España votar por el partido de Pedro Sánchez.
