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El nuevo año trae nuevos impuestos

2025 viene marcado por nuevos impuestos, la vuelta del IVA en los alimentos de primera necesidad y más presión fiscal

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El regalo que nos dejo el gobierno esta Navidad han sido nuevos impuestos, y no es una broma o una frase hecha, ya que fue publicado en el BOE el día 24 día de Nochebuena el Real Decreto Ley sobre medidas urgentes en materia económica, tributaria, de transporte y de seguridad social. Y el 26 de Diciembre se publican en la pagina web de la Agencia Tributaria los Reales Decretos en los que se definen nuevas medidas tributarias y el nuevo gravamen a las energéticas

Algunos de estos impuestos como el de energéticas han conseguido aprobarse tras un duro debate entre los partidos de coalición por fuertes diferencias ideológicas

Estas nuevas tasas se han vendido como una suerte de estilo Robin Hood de robar al rico para repartir al pobre, un mensaje popular de “que paguen los ricos” y las grandes empresas y bajo el paraguas de la equidad.

De entrada, esto no es tan cierto y en el caso de aquellos que si que son dedicados a las empresas como el impuesto a las energéticas o a la banca si no se definen otros mecanismos de control es muy probable que estos costes extras acaben recayendo en el ciudadano de “a pie”.

El que mas va a afectar al ciudadano y no precisamente al “rico” es la vuelta del IVA de alimentos básicos.  Esto realmente no es un nuevo impuesto sino la vuelta a los tipos ya existentes, que fueron eliminados en 2024 como medida para paliar la inflación y “facilitar” la cesta de la compra.  Pero su duración podría haberse mantenido en el tiempo.  El cambio hacia los tipos previos supone que los productos esenciales como pan, leche, frutas y verduras empezó a tributar desde el 1 de Enero al 4% en lugar del 2% que se aplico en 2024. El aceite de oliva y semillas (girasol, colza o soja) que estuvo gravado al 0% pasara de nuevo al 4% y al 7,5%.  También sube el IVA a la electricidad, esta tasa en 2024 se redujo al 10% en hogares con bajo consumo, este año sube de nuevo al 21% para la gran mayoría de contratos de electricidad de hogares.  Lo que se une a los ya algos precios de la energía.

Otro nuevo impuesto, que en este caso se pretende “vestir de verde y ecológico” es la nueva tasa al diésel. Este impuesto se basa sobre el precio base del gasóleo, sobre el que se aplica un nuevo impuesto de 11,33 céntimos por litro.  En España además se aplica impuesto sobre impuesto, es decir que el IVA se aplica sobre el precio con el impuesto. Se ha estimado que al precio de Enero del gasóleo un litro con el impuesto tendrá un precio de 1,6 euros, que en un deposito de un coche medio (45 litros) supone 5 euros mas por repostaje que el año pasado.  Y afecta especialmente a los vehículos de trabajo como furgonetas.

Otro impuesto, supuestamente diseñado para desincentivar el consumo de tabaco es el nuevo impuesto hacia los líquidos de cigarrillos electrónicos.  Hace unos años también se impuso un impuesto a las bebidas azucaradas supuestamente para que se redujese el consumo por su perjuicio para la salud y tuvo poco efecto en el consumo pero si en la recaudación.  Esta nuevo impuesto se establece entre los 0,20 o 0,10 euros por mililitro o miligramo según la concentración en nicotina. También aumenten las tarifas para productos de tabaco y derivados (cigarrillos, cigarros y picaduras) aumentarán.

Algunos expertos consideran que si el fin es facilitar el abandono del tabaco, quizá haya otras medidas más eficaces como subvención de productos sustitutivos o facilidad para acceder a tratamientos que faciliten dejar de fumar.

 

Se establece otro nuevo impuesto, que en este caso si que parece responder mas a las demandas sociales y buscar la equidad. Es el impuesto a los pisos de alquiler vacacional. Este impuesto puede ser insuficiente ya que muchos de estos pisos no están regulados o están en régimen ilegal. Y tampoco parece ser que vayan a resolver el problema de la vivienda como se anuncia. Además tampoco aplicaría a todos los pisos sino que la ley lo define que solo sería aplicable a “aquellas zonas que este tipo de alojamiento este dificultando el acceso a la vivienda”.    Este impuesto consiste en gravar los arrendamientos de corta duración (máximo 30 días) considerándose como si fuesen establecimientos hoteleros con su correspondiente IVA que serian las plataformas de contratación tipo Airbnb, Booking o similares las responsables de la gestión del pago.

 

Otra novedad impositiva para 2025 será la nueva tasa de basuras, a partir del mes de Abril todos los ayuntamientos estarán obligados a cobrar una tasa por la recogida y gestión de recursos urbanos. Hasta este año era voluntad de cada ayuntamiento cobrarla o no.  Se estima que cada vivienda deberá pagar entre 165 y 200 euros al año, según el criterio de calculo que se aplique.

También se eliminan ciertas deducciones que estaban vigentes hasta el año pasado, que tenían como objetivo fomentar practicas “mas sostenibles”.  Se elimina la deducción de los costes de compra de vehículos eléctricos y de instalación de puntos de recarga.  Desaparecen también las deducciones al IRPF para reformas energéticas en el hogar.  Esta deducción podía llegar a desgravar hasta el 40% de los costes de las obras en viviendas destinadas a reducir el consumo energético.

A nivel empresarial se introducen novedades fiscales

Estableciéndose un impuesto sobre el margen que obtienen los bancos con sus intereses y comisiones (con tipos entre el 1% y el 6%). También se incrementa el impuesto sobre beneficios extranjeros de grandes empresas, a partir de ingresos superiores a 750 millones se le aplicara un 15% de impuesto sobre beneficios.

Se continua el  Gravamen Temporal Energético (GTE), que supone  una continuación del gravamen temporal aplicado en 2023 y 20241. Este impuesto grava un 1,2% de la facturación de las principales empresas energéticas con ingresos superiores a 1.000 millones de euros.

Como impuestos para los “más ricos” se mantiene el impuesto que se lanzó en 2024 que es el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (ITSGF), tributo que grava el patrimonio neto de las personas físicas que supere los 3.000.000 euros. El gravamen esta entre el 1,7% y el 2,1%.

Y se incrementa el tipo impositivo del IRPF al ahorro que sube del 28% al 30% para las rentas que superen los 300.000 euros anuales, un cambio que afectará principalmente a los ingresos generados por depósitos, dividendos, seguros y ventas de inmuebles.

Si que se establecen mejoras impositivas para las PYMES.  Se reduce el impuesto de sociedades para PYMES que pasa del 25% al 20%. Para las micropymes los primeros 50.000 euros se gravan al 17%.

Pero se establecerán controles mas estrictos a este tipo de empresas para evitar fraude y se hace obligatorio establecer sistemas de facturación electrónica, que remitirá acopias de cada factura emitida a una solución pública, permitiendo a la Administración un mayor control sobre el cumplimiento tributario.

En el caso de los autónomos, aquellos con  con ingresos más bajos verán reducida sus cuotas mensuales, y aquellos con ingresos superiores a 1.700 euros tendrán un incremento.

Las PYMES y autónomos reciben bien estos cambios, pero no saben si compensaran los mayores costes que tendrán con la subida del diésel y de la energía.

A estos impuestos de tipo estatal se le unen otro tipo de cargas impositivas autonómicas y locales, que también varían en este año. Bien incrementándose o disminuyendo según zonas, pero que en cualquier caso suman a la carga impositiva estatal.  Así la Comunidad de Madrid ha reducido ligeramente el tipo del IRPF para las personas de menos ingresos, Andalucía ha aumentado el mínimo exento para herencias y donaciones entre familiares directos, Cataluña ha incrementado el tipo impositivo del impuesto de Patrimonio para los patrimonios mas altos, también ha incrementado el tipo impositivo del IBI a las propiedades de mayor valor. Y muchos ayuntamientos han incrementado las tasas de suministro de agua y alcantarillado

Así en 2025, la presión fiscal  en España se estima que estará en torno al 38% del PIB. Esta se calcula sumando todos los impuestos y cotizaciones sociales que recauda el Estado (incluyendo particulares y empresas) y se pone en relación con el Producto Interior Bruto (PIB).  Este 38% está a un nivel intermedio-alto en comparación con otros países europeos. La media de UE es un 41%.  Dinamarca es el país con mayor presión en Europa y casi en el mundo (46.3%), Francia es del 45%. Bélgica y Suecia e Italia (42%). Sin embargo es inferior en países similares a  España como Portugal (37%) o Irlanda (23%)

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