Concentrar más del 90% del total de las búsquedas online proporcionaba a Google una condición privilegiada a la hora de posicionar su programa de inteligencia artificial sobre el de otras compañías. Podría haber sido el final de otras que están teniendo gran éxito, como GPT o Canva. Sin embargo, los creadores de Google Gemini han provocado que Alphabet (empresa matriz de Google) caiga en bolsa hasta perder nada menos que 90.000 millones de dólares.
Y es que la ideología bajo la que se ha desarrollado es la que el lector ya puede estar suponiéndose por aquello que se dice cada vez con más pruebas: «go woke, go broke». Se han esforzado para que las imágenes compuestas por la IA fueran siempre «inclusivas», representando personas de todas las etnias y sin distinción de sexos… incluso si lo que se le pide son imágenes de un vikingo, de un soldado del III Reich, de un Papa o de un senador norteamericano del siglo XIX. Y esto son sólo algunos ejemplos de los que más han llamado la atención. La IA ha mostrado también un sesgo a la hora de representar ciudadanos y parejas de distintos países.
El escarnio en redes sociales ha sido tal que Google ha decidido retirar la función de generación de imágenes de su IA. Ahora, cuando se intenta, Gemini responde: «Todavía no puedo crear imágenes, así que no puedo ayudarte con eso», como si nunca hubiese podido. Y éste podría haber sido el fin de la controversia… pero no. Google no ha tenido esa suerte.
Y es que el chat también está dando de qué hablar por las respuestas que da en formato textual. Por poner otros ejemplos, Gemini afirma que es peligroso considerar que todos los pedófilos sean malvados, y no acaba de decidirse sobre qué ha tenido peores repercusiones en la humanidad: si Hitler o los memes que hace Elon Musk. Por supuesto, también se niega a promover el uso de combustibles fósiles, o a recomendar comer carne… aunque sea para una campaña con el objetivo de acabar con una dieta basada en el consumo de comida basura. Casi se ha convertido en un hobby buscarle las cosquillas progres al programa y subir las respuestas delirantes a redes
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De todas maneras, ésto tiene una gran utilidad, y es que sirve para mostrar a todo el mundo y de manera incontestable algo que los expertos ya saben. Y es que las inteligencias artificiales tienen grandes sesgos ideológicos; tanto porque mueven cantidades ingentes de información, ya sesgada, sin tener capacidad real para distinguir la verdadera de la falsa, como por los sesgos de percepción y los tabús que las grandes compañías les imponen en favor de la corrección política y sus intereses empresariales.