El 28 de febrero tuvo lugar la primera huelga general de 2025 en Grecia con motivo de lo que se ha conocido como crimen de Tempe, el mayor accidente ferroviario de la historia del país. El pasado 9 de abril el pueblo griego volvió a salir a las calles en una nueva jornada de huelga general de 24 horas, exigiendo aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo ante el alto coste de vida, sin olvidarse de exigir responsabilidades por el crimen de Tempe. El lema de los manifestantes fue «sus ganancias o nuestras vidas».
La huelga fue convocada por el PAME (Frente Militante de Todos los Trabajadores), vinculado al Partido Comunista de Grecia (KKE) y los principales sindicatos helenos, ADEDY (Confederación de los Sindicatos de Empleados Públicos) y GSEE (Confederación General de Trabajadores Griegos), secundada por marineros y controladores aéreos, lo que paralizó los vuelos comerciales y el tránsito marítimo. En el centro de Atenas se concentraron contra el gobierno unas 10.000 personas según fuentes policiales y 20.000 según los organizadores. También se organizaron manifestaciones en otras ciudades como Salónica, Patras o Heraclión. El principal sindicato, el GSEE pidió la firma de convenios laborales que protejan a los trabajadores, al tiempo que denunció que las inspecciones laborales han disminuido drásticamente.
El Primer Ministro de Grecia, el conservador Kyriacos Mitsotakis (Nueva Democracia), hijo del también Primer Ministro Konstantinos Mitsotakis (1990-1993), declaró que Grecia es «un ejemplo a seguir en Europa», mientras que según datos de Eurostat de 2024, el poder adquisitivo de los griegos es el segundo más bajo de la UE. Además el último informe anual del sindicato GSEE señaló que los salarios griegos tenían el poder adquisitivo más bajo de toda la Unión Europea. El coste de la vida también está estrechamente ligado a la cuestión de la vivienda. Según el portal inmobiliario Indomio el precio de compra de la vivienda ha aumentado un 27% de 2021 a 2024, y los alquileres han aumentado un 37% desde 2018 . Entre las causas está el desajuste entre la excesiva demanda y la escasa oferta, relacionada con el aumento de los pisos turísticos y con que muchos propietarios no pueden asumir el coste de renovar sus inmuebles para hacerlos habitables. En 2023 un 28% de los hogares griegos destinaba más del 40% de los ingresos a pagar la vivienda según Eurostat.
Ante esta situación el gobierno anunció la subida del 6% del salario mínimo, situándose en 880 euros mensuales, algo insuficiente debido al aumento de los precios. Además todavía sigue vigente la supresión de las pagas extra de los jubilados y de los trabajadores públicos, eliminadas durante la anterior crisis económica. Los sindicatos exigen la restitución de las pagas extra.
Por si esto fuera poco, el año pasado se instauro la jornada laboral de 48 horas en ciertos sectores con actividad ininterrumpida, haciendo posible jornadas de trabajo de seis días semanales. El pronóstico a corto plazo no parece vislumbrar una solución, pero al menos el pueblo griego reacciona ante su situación con contundencia.