El pasado 1 de enero, la Policía Nacional detuvo a un hombre marroquí de 31 años en la zona norte de Alicante tras un altercado que requirió un importante despliegue policial y de emergencias. El incidente comenzó a las 11:30 de la mañana en la calle Maestro Alonso, cuando varios vecinos alertaron a las autoridades sobre un hombre que caminaba gritando y portando cristales rotos de manera amenazante.
Una patrulla localizó al individuo, quien desobedeció las órdenes de los agentes de dejar los cristales en el suelo. En su lugar, golpeó el coche policial. La situación empeoró cuando el hombre subió a un semáforo en la avenida Pintor Gastón Castelló, alcanzando una altura de tres metros. Desde allí, lanzó cristales a los agentes, se autolesionó y, en un momento dado, pareció tragarse algunos cristales.
La Policía Nacional, apoyada por la Policía Local, acordonó la zona para evitar daños a los transeúntes. Los agentes, armados con escudos de protección, intentaron reducir al hombre, pero él respondió con patadas y más lanzamientos de cristales, hiriendo a uno de los policías.
Para evitar que el hombre sufriera daños graves al ser reducido, los bomberos desplegaron un colchón hinchable bajo el semáforo. Esto permitió amortiguar su caída. A continuación, los agentes lo sujetaron y lo inmovilizaron. Tras recibir atención médica del SAMU por las heridas que se había provocado, lo trasladaron al Hospital General de Alicante. Finalmente, arrestaron al hombre por atentado a la autoridad.