Los hechos ocurrieron la noche del 23 de marzo en Terrassa (Barcelona), donde una mujer de 37 años fue invitada a una fiesta en casa de una amiga. Durante el evento, en el que también participaban los amigos de la anfitriona, la víctima fumó marihuana, aunque sospecha que le dieron un porro adulterado. A partir de ese momento, empezó a sentirse extraña y a perder el control de sus fuerzas.
Según la denuncia presentada, la mujer recuerda que dos hombres, uno cubano y otro argentino, la agredieron sexualmente y con violencia durante unas cuatro horas. En medio de la agresión, su amiga también habría intentado ahogarla. Finalmente, la víctima logró llegar al baño y, tras llamar a sus amigos, fue llevada a urgencias y luego a la comisaría de los Mossos d’Esquadra para denunciar los hechos.
Los Mossos identificaron rápidamente a los agresores y los detuvieron al día siguiente. Sin embargo, tras pasar por el juzgado de guardia de Terrassa, ambos quedaron en libertad con cargos por agresión sexual. El juez dictó una orden de alejamiento de 500 metros y la prohibición de contactar con la víctima. No obstante, uno de los hombres la amenazó de muerte tras salir de los juzgados, lo que constituye un delito de quebrantamiento de condena.
La mujer ha denunciado esta nueva amenaza, pero hasta el momento los agresores no han sido detenidos nuevamente. La víctima, que ha recibido atención del Grup d’Atenció a la Víctima (GAV), vive con miedo y critica la falta de protección judicial durante el proceso.