30 de octubre de 2025

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Bajas laborales «flexibles»: trabajar estando enfermo

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Una nueva propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, encabezado por Elma Saiz, ha sido puesta sobre la mesa para negociar con los agentes sociales. Se trata de la posibilidad de reincorporarse al trabajo tras bajas laborales de más de 180 días producidas por diversas patologías graves y crónicas.

La reincorporación sería progresiva, realizando la mitad de la jornada habitual, recibiendo un 50 % del salario y otro 50 % en forma de prestación por incapacidad temporal (IT) en compensación por la jornada no trabajada.

Las patologías todavía no están especificadas, pero, según el propio ministerio, podrían incluir procesos oncológicos, isquémicos cardíacos o accidentes cerebrovasculares o traumatológicos graves, incluidas situaciones postrasplante. Sería necesario el alta médica para volver al puesto de trabajo.

La propuesta sería aplicable a los trabajadores a jornada completa y a jornada parcial si esta supera el 80 % de la jornada ordinaria. También se incluye a los trabajadores pluriempleados, haciendo posible su regreso a aquellos empleos que puedan desempeñar físicamente. El retorno al trabajo se realizaría de forma progresiva durante un máximo de 30 días, en los que se trabajaría la mitad de la jornada habitual.

Desde la Seguridad Social se ha propuesto que las mutuas puedan elevar una propuesta de alta para iniciar un expediente de incapacidad permanente (IP) en procesos de contingencias comunes cuando duren menos de 365 días, y tanto para contingencias comunes como profesionales (accidente de trabajo y enfermedad profesional) en caso de bajas de más de 365 días. Actualmente, las mutuas ya gestionan casi todos los procesos causados por enfermedades profesionales o accidentes laborales, y dos tercios de las enfermedades comunes.

Uno de los objetivos aducidos es aliviar la sobrecarga del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y unificar criterios en la evaluación de las incapacidades. Con esta propuesta, además, las mutuas tendrían más poder de actuación que antes: podrían elevar una propuesta formal de inicio de incapacidad permanente al INSS y proponer el alta en procesos de baja prolongada (más de 365 días), algo que hasta ahora era competencia exclusiva del INSS.

La propuesta de la ministra Elma Saiz cuenta con la aprobación de la patronal (CEOE), que valora positivamente la posibilidad de regresar al trabajo de forma intermitente en casos de enfermedad grave o crónica.

El principal motivo de la propuesta es paliar el elevado coste que suponen las bajas laborales. Según datos del Ministerio, el gasto en bajas laborales ha crecido un 17 % durante los primeros ocho meses del año, lo que supone un valor de 10.422 millones de euros. Estamos en un momento de alza histórica de las bajas laborales y de las muertes por accidente laboral.

Este tipo de políticas no son algo nuevo en el resto de Europa: ya existen en países como Dinamarca o los Países Bajos. Otros países, como Francia o Suecia, también han puesto sobre la mesa propuestas similares. Por otro lado, en el Reino Unido el puesto de trabajo se adapta a la incapacidad del trabajador. Su aplicación en España sentaría un peligroso precedente, ya que facilita el trabajo estando enfermo.