El mes pasado la Eurocámara aprobĂł la primera ley de la historia en regular la inteligencia artificial. En cuanto a los puntos clave del texto legal, la ley trata de establecer una clasificaciĂłn de riesgos entre los diferentes sistemas de inteligencia artificial: introducir mecanismos legales en defensa de los derechos de autor, prohibir limitaciones en su uso que tengan que ver con formas de vigilancia (aunque se permitirá en casos extraordinarios de delitos graves, segĂşn, claro está, la consideraciĂłn que se tenga de ese tipo de delitos en cada paĂs), nuevas reglas para las IA de uso general como pueden ser ChatGPT o Bard (entre las que se incluyen evaluaciones rigurosas para comprobar que el algoritmo de la IA no se desmarca del discurso oficial) y sanciones en caso de incumplimiento de la normativa. De momento la ley solo hace referencia al uso de la tecnologĂa, sin llegar a entrar en su injerencia en el mundo laboral, cada vez mayor y con mayores repercusiones.Â
SegĂşn Goldman Sachs, las inteligencias artificiales generativas podrĂan dejar sin trabajo a 300 millones de personas entre Estados Unidos y Europa, tambiĂ©n las predicciones del Foro EconĂłmico Mundial apuntaron a una reducciĂłn de hasta 14 millones de puestos de trabajo en los prĂłximos cuatro años como consecuencia del desarrollo de estas tecnologĂas. Y no Ăşnicamente incide en el volumen de trabajo, los salarios tambiĂ©n se verán castigados: segĂşn el FMI a corto plazo las nĂłminas más bajas sufrirán en mayor medida estas desigualdades que generará esta reducciĂłn del empleo. La clase trabajadora una vez más padecerá las consecuencias de esta nueva fase de la revoluciĂłn tecnolĂłgica. La ley impulsada por la UniĂłn Europea no contempla ningĂşn plan de contenciĂłn sobre las terribles consecuencias a las que da lugar la aplicaciĂłn a nivel global de la inteligencia artificial en el mundo laboral.Â
TambiĂ©n a nivel humano cada vez son más los profesores y las asociaciones de acadĂ©micos que alertan de los peligros de la digitalizaciĂłn y del uso de las IA generativas en la enseñanza. La pĂ©rdida de interacciĂłn humana y los problemas de concentraciĂłn durante las Ă©pocas de aprendizaje vienen muy asociados al uso de este tipo de tecnologĂas. La inteligencia artificial con las distintas opciones que habilita al usuario como puede ser el resumidor de textos, a largo plazo acaba afectando a la capacidad de análisis detenido, comprensiĂłn y sĂntesis de textos escritos.
Las IA plantean una solución rápida, te ahorran todo el proceso de investigación y análisis que requiere recabar una información concreta y eso a simple vista resulta apetecible. Pero las inteligencias artificiales no dejan de ser máquinas almacenadoras de contenido que atienden a unos algoritmos concretos creados por un humano, en este caso por los dueños de las grandes multinacionales tecnológicas. Los cuales imponen su propio sesgo ideológico a la hora de programarlas como ya se ha podido comprobar con algunos ejemplos virales en la aplicación ChatGPT.
La inteligencia artificial presenta una fuerte amenaza en varios aspectos: como posible medio sustitutorio de la fuerza de trabajo humana, suponiendo una dificultad en el desarrollo del aprendizaje de los más jóvenes y como arma sutil de imposición ideológica. Las IAs en la actualidad son el eje central de la lucha tecnológica a nivel mundial, pero la única certeza que tenemos por ahora es que el desarrollo e implantación de estas solo van en detrimento del trabajador promedio y en favor de una élite económica.