La policía ha detenido a más de 10 personas, como resultado de la investigación que auspició el tiroteo entre los clanes de los “Naranjeros” y los “Caracoleños”. En el suceso, más de 300 agentes, desplegados en los pisos verdes y marrones, realizaron 16 registros.
Ambas familias llevan varios meses disputando el comercio de la marihuana. Precisamente, el tiroteo empezó cuando una de las familias intentó robar el producto de la familia rival, provocando un tiroteo con armas de guerra y de alto calibre. El negocio de las plantaciones de cannabis ha sido la fuente de la ola de crimen en la capital hispalense, provocando apagones de luz, atracos en asociaciones cannábicas, tiroteos y ajustes de cuentas.
El polígono sur de Sevilla, siempre ha sido un foco de narcotráfico y violencia. Ya en 2013, murió una niña tras ser herida por una bala perdida, fruto de un tiroteo entre otros dos clanes. Pero, recientemente, las fuentes policiales aseguran que la violencia está aumentando. No hace muchos meses, a un operario de la empresa municipal Lipasam le dispararon en la pierna por hacer ruido, y este mismo lunes, tras los tiroteos, uno de los sospechosos ha atropellado a un bombero y luego intentó darse a la fuga.
Por otro lado, el aumento de tiroteos en toda la capital andaluza es una tendencia que la policía reconoce que va en aumento y que está recrudeciendo la lucha contra el narcotráfico. Además, también les preocupa que esta violencia se expanda a otros distritos de la capital.