El mes de noviembre ha traído la secuela de lo que ya fue en su momento la inclusión de la energía nuclear –y del gas– en la taxonomía verde europea. Para disgusto de algunos, el Parlamento Europeo ha refrendado lo que muchos físicos e ingenieros llevaban décadas repitiendo: la energía nuclear de fisión es una energía de muy bajas emisiones, incluso si se considera todo su ciclo de vida. De este modo, la energía nuclear pasaría a ser una energía Net-Zero. Según informes de UNECE, la Comisión Económica de la ONU para Europa, una instalación nuclear de fisión produce 5.13 gramos de CO2 por kWh, frente a los 12.4 de la eólica, y los 11.4 de la solar fotovoltaica. Con estos números, el debate debió estar zanjado antes siquiera de salir a la luz.
Pero si la Unión Europea se caracteriza por algo, es por un profundo oportunismo. El uso de la energía nuclear ha sido polémico tras los notorios sucesos de Chernóbil (1986) y Fukushima (2011), con Alemania espoleando el cierre intransigente de los reactores, y varios países siguiendo su estela. Entre ellos, España, con un pétreo programa de desmantelamiento y prohibiciones específicas para la extracción del mineral de Uranio desde 2019. Pero a la luz de los informes de cumplimiento de los objetivos de emisiones y porcentaje de uso de energías verdes –la estrategia 20-20-20, el plan para 2030– la UE ha decidido mover la portería. La energía nuclear, que siempre fue verde, por muy quemada e ideologizada que esté la etiqueta, puede oficialmente codearse con los ídolos energéticos de Europa.
Más interesante es la postura del PSOE. La sombra de la moratoria nuclear felipista es alargada, y el oligopolio energético ha sabido exprimir el argumento hasta la saciedad. Su efecto se sintió durante más de 30 años, y el coste lo acabaron pagando los trabajadores, por supuesto. Pero el PSOE no se quedó ahí. Con sus socios de Gobierno, condenaron a España a la dependencia del extranjero para abastecer sus siete hambrientos reactores, prohibiendo la minería del uranio en suelo español. Porque las nucleares son inseguras. Porque las nucleares no son necesarias. Porque su coste es desorbitado.
El plan de cierre nuclear es inminente. Claro está que no se puede confiar en el criterio de las eléctricas; ora secundan el cierre nuclear, ora piden a gritos una prórroga. Bailan al son de las subvenciones, que en la última década ha tocado en clave de eólica y solar, con la reciente melodía del hidrógeno verde y el biogás. Pero el nuevo veredicto europeo para incluir la nuclear como Net-Zero promete ingentes sumas de dinero para su reactivación en la Unión, y ahí que van de cabeza. ¿Qué ha votado el PSOE en Europa? El sí. Sin inmutarse.
Si algo dobló la voluntad del PSOE no fue el buen hacer de los instruidos en materia energética. Porque la voluntad del PSOE es satisfacer a sus padrinos, y estos padrinos donde ayer decían digo, hoy dicen Diego. Los padrinos del PSOE son muchos y variopintos; se extienden desde las redes eléctricas hasta la cámara europea. Como el perro de Pavlov que acude rápido al tintineo de su campana, el PSOE corre a validar el consenso de Europa para no quedarse atrás. Porque las nucleares no son inseguras. Porque las nucleares son necesarias. Porque ya ven el color de los billetes en el horizonte europeo.
Con este horizonte en mente, se abre una preciosa oportunidad para reestructurar nuestra producción energética. El PSOE de Sánchez se ha destacado por despreciar el país que gobierna y por llevar en Europa una actitud que en España no aplica. Todavía queda por ver si el golpe de timón que se está sintiendo en Europa en temas como la inmigración o la energía tendrá réplicas en nuestro país.
Este artículo debería ser de obligada lectura para todos los alumnos de la ESO, me parece impecable en la presentación de los argumentos. Orgulloso de haberme suscrito de forma anual. Por un periodismo valiente y comprometido.
El daño ya provocado con las nucleares a todos los niveles, es tal, que dudo que se pueda revertir. Excelente noticia, de todas formas.