En una entrevista concedida a un diario catalán, el director de la ONG Open Arms y empresario condenado por explotación laboral, Óscar Camps, ha calificado de discurso ultraderechista, xenófobo y deshumanizador hablar de “migrantes”, ya que, según él, sólo migran los animales. En su lugar, Camps opta por el concepto de “personas en movimiento”.
Estas declaraciones vienen a colación de la sentencia absolutoria a Matteo Salvini, vicepresidente de Italia, en el supuesto secuestro del barco Open Arms en 2019. Salvini, ministro del Interior entonces, bloqueó el desembarco de los inmigrantes rescatados por la ONG frente a las costas de Lampedusa. Para Camps, esta sentencia es «política, no judicial», y denuncia que estuvo influenciada por la presión «de la extrema derecha internacional».
Mientras Oscar Camps denuncia la xenofobia y la extrema derecha, su ONG podría tener posibles vínculos con redes de tráfico de personas en el Mediterráneo. Así, el periodista Rubén Pulido ha denunciado que la ONG Open Arms realiza operaciones en las proximidades de las costas libias, lo que facilita las actividades de las mafias de tráfico de personas.
Pulido señala que Open Arms permanece durante días en estas áreas, asistiendo a embarcaciones con migrantes y trasladándolos hacia puertos europeos. Además, con su investigación, ha podido comprobar que las mafias venden los billetes usando las fotos de los barcos de Open Arms como atractivo.
Esta supuesta complicidad o colaboración ha hecho que FRONTEX investigue a varias ONGs, entre las que destaca la dirigida por Camps.
Resulta paradójico que quien dé lecciones de ética y humanidad sea también el fundador de una empresa condenada por explotación laboral. A ello se suma que Oscar Camps esté al frente de una ONG investigada por posibles vínculos con redes de tráfico de inmigrantes.