El pasado día 2 de enero un hombre sin hogar de origen argelino murió de hipotermia en la ciudad de Zaragoza. Este hecho pone en evidencia una vez más, un problema que lejos de solucionarse, se agrava con el paso del tiempo. El número de personas sin hogar ha aumentado durante las últimas décadas bajo gobiernos de PP y PSOE, y las proyecciones indican que esta tendencia continuará si no se adoptan medidas efectivas.
España es el tercer país de la Unión Europea con mayor riesgo de pobreza y exclusión social, con un 26% de la población en esta situación, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria, según Eurostat. En 2024, el precio de la vivienda aumentó un 11%, mientras que el coste del alquiler subió un 11,5%. La tasa de desempleo se sitúa en el 11%, aunque las cifras reales podrían ser mayores.
Cáritas informó que en 2023 asistió a 42.336 personas sin hogar, lo que representa un aumento del 7% respecto al año anterior. La mitad de las personas atendidas eran españolas.
Según los datos más recientes del INE del año 2022, la cifra de personas sin hogar ha aumentado un 24,5% con respecto a los datos de 2012. El estudio del INE tuvo en cuenta sólo a los usuarios de centros asistenciales mayores de edad, dando la cifra de 28.552 personas sin hogar; sin embargo la cifra no contempla a las personas que no reciben ayuda en este tipo de centros.
En el año 2022 había en España 26.690 plazas en los centros de asistencia, aunque no de manera uniforme en el territorio nacional. Estos centros son de titularidad privada en un 75% de los casos, aunque dependen de su financiación es principalmente pública pública (84%).
El 76% de las personas que acuden son hombres. La cifra de mujeres aumentó de un 18% en 2012 a un 23% en 2022. El 50,1% posee la nacionalidad española, el 50% son extranjeros. Un 40% lleva sin un hogar desde hace más de 3 años, y el 22% entre menos de un mes y 6 meses.
El INE indica que los principales motivos por los que los usuarios de estos centros pierden su hogar son: en un 29% por haber llegado desde otro país, un 27% por pérdida de empleo y un 16% debido a desahucios. En cuanto a los antecedentes familiares, hasta los 18 años, las principales causas que llevan a la pérdida de vivienda son la falta de recursos económicos (45%), el fallecimiento de un familiar (37%) y el desempleo prolongado de algún miembro del hogar (27%). Un 20% de los encuestados afirma no haber tenido problemas familiares.
Un 32,6% de las personas sin vivienda recibe alguna prestación pública, siendo la principal fuente de ingresos para las personas sin hogar (Renta Mínima de Inserción, Ingreso Mínimo Vital, prestaciones por desempleo, pensiones contributivas y no contributivas…). Las ayudas familiares representan el 6,9% de los ingresos, mientras que un 6,7% proviene del trabajo y un 6,5% de las ONG. El 29,9% declara no recibir ningún tipo de ayuda.
El estudio del INE va más allá de los datos económicos y analiza la percepción de discriminación entre las personas sin hogar. Un 9,3% de los españoles se siente discriminado de forma constante, frente al 4,9% de los extranjeros. Un 55,4% de los extranjeros y un 51,7% de los españoles afirman no sentirse discriminados.