El pasado 22 de septiembre el Alcalde popular José Luis Sanz, anunció que se abrirían dos albergues tanto en San Jerónimo como en Cerro Amate, con el objetivo de acoger a los sin techos que actualmente se albergaban en la macarena a escasos metros del parlamento andaluz.
Esta propuesta fue puesta en marcha por la anterior alcaldía Socialista, pero los vecinos se movilizaron rápidamente, y ante el temor de perder votos en los distritos tradicionalmente socialistas el antiguo alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz Martínez, se retractó y corrió un tupido velo.
Esta vez no ha sido distinto varias asociaciones independientes han puesto el grito en el cielo, llegando incluso a interrumpir un discurso del Alcalde durante la velá’ de Cerro Amate.
A medida que han ido pasando los días el equipo de gobierno hispalense ha ido modificando los términos y el discurso. Inicialmente el objetivo era descongestionar el ya saturado Albergue para sin techos de la Macarena, más tarde aclararon que no serían albergues para sin techos, sino centros tutelados para víctimas de trata y violencia de género, y finalmente han aclarado que serían centros de resiliencia para 20 mujeres maltratadas y 5 ex-politoxicómanos en proceso de reinserción.
La restricción de movimiento que habrá dentro del centro es otro misterio, y uno que preocupa enormemente a los vecinos, ya que al principio se explicaba que el centro tendría un carácter completamente cerrado, pudiendo solo salir los residentes con acompañamiento.
En la última reunión que tuvieron los vecinos de Amate con el Director de Distrito, José Lugo Moreno, se les comunicó que no habría ningún tipo de negociación con los vecinos y que el proyecto ya estaba en marcha.
La construcción se va realizar en un solar vacío de unos 3000m2 en la calle Tucumán, calle que ya tuvo problemas con una red de prostitución y distribución de droga, este local se iba a destinar a construir una guardería para el barrio, pero ese proyecto tan esperado por los vecinos que llevan años reclamándolo se ha desvanecido al igual que se ha desvanecido la idea de construir un centro de ancianos, siendo que todavía no hay ninguno en un distrito de más de 90.000 personas.
Ante la noticia de las dimensiones con las que va a contar el centro de resiliencia, muchos vecinos sospechan que no van a haber solo 25 personas y que se va a utilizar, como expresó una vecina, “como el trastero de los políticos” para meter a todo el mundo que pueda molestar a la creciente industria del turismo.
Lo que tiene sentido si pensamos que la zona donde se situaban originalmente estos albergues era la macarena, barrio que se está gentrificando a pasos agigantados.
La situación en San Jerónimo no es mucho mejor ya que el ayuntamiento ha decidido que el mejor mejor sitio para situar este albergue es enfrente de un parque infantil.
La sensación a pie de calle en los barrios es tensa, la gente teme lo que le pueda pasar a sus barrios una vez que se monten los proyectos. Especialmente considerando que ambos distritos tienen varios de los barrios más peligrosos de Europa, como el vacíe, los pajaritos o su eminencia.
El candidato socialista no ha perdido la oportunidad de reconectar con sus distritos más fieles y ha hecho un tour por ambos barrios para transmitirle a los vecinos su posicionamiento sobre lo ocurrido. Durante la reunión en cerro amate, este comentó que desconocían por completo la realización de este proyecto, lo que sorprendió a muchos vecinos ya que tan solo hace 3 años estos lanzaron la misma propuesta y curiosamente la mitad de este proyecto está financiado con fondos next generation de la UE, por lo que muchos dudaban que Muñoz estuviera siendo sincero.
A pesar de todo los vecinos siguen en pie de lucha y Sanz no ha medido bien la trayectoria histórica de combatividad que tienen estos barrios, ya que muchos de ellos antes eran poblados chabolistas o pueblos periféricos que tuvieron que luchar por todos los servicios públicos que tienen.
Por todo nos referimos a todo, incluido semáforos, asfalto y hasta sus institutos, la lástima es que muchos de estos veteranos que enfrentaron la represión de los grises, ahora están llegando a los 80 años y la juventud de estos barrios no ha recogido ese testigo histórico de lucha, sino más bien todo lo contrario se han sumado a la moda de glorificar la lumpenización de sus barrios y muchos de ellos contribuyen a ello.