Tres de las cuatro líneas de ferrocarril de alta velocidad de París se han visto paralizadas debido a los actos de sabotaje que se han producido en sus instalaciones.
Más de 800.000 personas se han visto afectadas por la suspensión del servicio, justo el día en que se celebraba la ceremonia oficial de inauguración de los JJ.OO.
El ministro de transportes, Patrice Vergriete, ha declarado: «Todos los elementos de los que disponemos muestran claramente que fue intencionado: coincidencia de tiempos, las furgonetas encontradas de personas que han huido, especialmente en la parte sureste, artefactos incendiarios encontrados en el lugar. Todo indica que se trata de incendios provocados»
Aunque parece que las líneas se verán afectadas durante el fin de semana, pudo restablecerse el servicio. Por la tarde, uno de cada tres trenes pudo prestar servicio.
También tuvo que ser desalojado ayer por la mañana el aeropuerto de Basilea-Mulhouse-Friburgo por precaución ante un aviso de bomba, lo que ha causado un mayor caos en las comunicaciones con París.
Finalmente, se comprobó que el aviso era falso y se reanudó el servicio, aunque con importantes demoras en los vuelos.