Entre noviembre y diciembre, un hombre senegalés de 29 años, ahora detenido, cometió más de veinte robos con violencia en el barrio de Delicias, en Zaragoza.
El delincuente seleccionaba a sus víctimas entre personas vulnerables, principalmente ancianos de entre 70 y 93 años, y no dudaba en usar la violencia para cometer el robo. Un claro ejemplo de esto fue cuando, tras derribar a una mujer de 80 años, la golpeó brutalmente, dándole patadas y puñetazos para hacerse con el bolso. El hombre solía seguir a sus víctimas hasta sus portales, donde las abordada.
Durante dos meses, los vecinos del barrio, especialmente los más mayores, vivieron atemorizados, hasta que un policía fuera de servicio reconoció al delincuente en la calle cuando se preparaba para asaltar a una anciana.
El agente actuó de inmediato, detuvo al hombre y lo puso a disposición judicial. Posteriormente, ingresó en la prisión de Zuera. En los interrogatorios, el detenido negó los hechos, aunque las víctimas lo reconocieron y pudieron recuperar varios de los objetos robados.