A diferencia de las semanas precedentes la actualidad de Oriente Medio ha estado copada por el anuncio de la tregua en Gaza. Indirectamente esto afecta a Siria en la forma en que es otra evidencia más de la absoluta debacle del autodenominado como «Eje de la Resistencia». Y es que en los días posteriores a la caída de Assad se rumoreaba que existía un fuerte descontento en Irán y otros componentes del Eje con la actitud «tibia» del régimen alauita con respecto a Palestina. Por esta razón sería por lo que el régimen de los ayatolás no movió un dedo mientras su aliado en la región se desmoronaba. De esta forma vemos como la agenda islamista se refuerza tras la derrota de Hamás en Gaza, ya que el objetivo de los petrodólares es hacer que toda la ummah solo viva para ver el momento de la desaparición del «Ente Sionista», el desarrollo y la prosperidad de los sirios y los palestinos no está en su agenda.

La noticia de mayor relevancia que se ha dado a conocer ha sido la revocación del nuevo gobierno sirio de la concesión militar del puerto de Tartus a Rusia. Este era el fortín militar que permitía al Kremlin tener una salida marítima al Mediterráneo, además de ser un puente aéreo con sus colonias en África. La concesión de esta base se remontaba a 1971, siendo renovado recientemente en 2017. También se daba a conocer al principio de la semana la noticia de que el nuevo régimen prohibía la importación de bienes procedentes de Rusia, Israel o Irán, y también la entrada de israelís o iraníes. Pero la fuente de esta información no es clara.

Y como nada en la política internacional ocurre por azar, esta semana también se han dado a conocer las declaraciones del presidente turco Erdogan, elevando el tono y exigiendo la retirada de todas las potencias extranjeras de Siria, afirmando además que turcos y sirios se bastaban para acabar con los terroristas que amenazaban al nuevo régimen, equiparando así al Estado Islámico y a las FDS. Algunos analistas apuntan a que esta dinámica también puede llevar a una confrontación de Ankara con Israel, pero esto no parece una realidad a corto o medio plazo, ya que ambos son miembros de la OTAN, además de aliados a nivel de compraventa de material militar. Si bien es cierto que las veleidades otomanistas de Erdogán lo hagan soñar con convertirse en califa máximo desterrando al «enemigo hebreo» de Tierra Santa, el líder turco es lo suficientemente inteligente para saber que ese es un huevo tan apetitoso como infranqueable, como lo demostraron otros líderes musulmanes en el pasado.

En el plano militar, se ha dado a conocer que el nuevo gobierno ha estado negociando con las Fuerzas Democráticas Sirias para que estas se integren en el ejército regular. Las fuerzas prokurdos se han negado, ya que esta decisión podría imposibilitar la necesaria operatividad para responder una empresa militar de Turquía, el principal país aliado al nuevo régimen islamista. Además estas mismas Fuerzas han reportado que prosiguen los ataques turcos contra civiles próximos a la presa de Tishreen. Pero se ha percibido un aumento de tensión importante en el área de Deir Ezzor, concretamente se han reportado sabotajes y ataques en las ciudades de Dhiban y Al-Tayyana. En un comunicado oficial las Fuerzas Democráticas que la seguridad del área «es una línea roja y cualquiera que intente dañarla será perseguido». Además han negado enfrentamientos con grupos gubernamentales o contra el propio HTS.

A nivel interno, la realidad gubernamental de Siria sigue siendo un tanto distópica. Por un lado se hizo público la felicitación de Jolani al recientemente investido presidente Trump. A esto se suma la asistencia del nuevo ministro de Asuntos Exteriores sirio, Assad Hassan Al Shibani, al foro de Davos, donde se entrevistó entre otros con Tony Blair. Por lo visto ha coincidido que los «rebeldes» -democráticos a la par que salafistas- no han dudado en asistir al principal foro capitalista mundial. Además de la consabida perorata sobre la retirada de las sanciones, el ministro indicó que su pretensión a nivel económico era acabar con el «socialismo» de Assad y abrir el país a la inversión extranjera, especialmente la proveniente de sus amigos los turcos. Shibani declaró que sus modelso de desarrollo serían tanto Singapur como la Visión 2030 de Arabia Saudí.

A nivel social, la cuestión de la mujer sigue empeorando con el paso de los días. Inicialmente conocíamos el despido en masa de las mujeres que trabajaban en el Banco Inmobiliario de la ciudad de Sweida. Por otro lado también se ha reportado la desaparición de la doctora Rasha Al-Ali, docente en la Universidad de Homs. Su desaparición fue precedida de la aparición en grupos de Telegram de islamistas de comentarios en referencia a la docente. Así mismo, se siguen reportando imágenes de carteles que indican como debe ser la nueva vestimenta de la mujer en la Siria «liberada».