La multinacional suiza Smartenergy ha recibido luz verde para construir una de las mayores instalaciones fotovoltaicas del país en la comarca de La Sagra, entre Toledo y Madrid. El proyecto se desplegará en dos fases que, en conjunto, sumarían casi 524 megavatios (MW) de potencia instalada y ocuparían más de mil hectáreas de terreno.
La primera fase, ya autorizada, contempla 233,7 MW sobre 677 hectáreas en municipios como Añover de Tajo, Borox, Seseña (Toledo) y Valdemoro (Madrid). La segunda, aún pendiente de ser declarada de utilidad pública, prevé 290,3 MW adicionales en Cobeja y Borox (Toledo), así como Colmenar de Oreja (Madrid), con una inversión estimada en 103 millones de euros.
Desde el punto de vista industrial, la iniciativa refuerza la presencia de Smartenergy en España, donde asegura disponer de una cartera renovable cercana a los 4 GW, con 2,8 GW en fases avanzadas. Sin embargo, el anuncio también abre interrogantes:
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Impacto ambiental y social: la extensión del proyecto amenaza con transformar radicalmente el paisaje agrícola y natural de La Sagra, una de las zonas más presionadas por la expansión urbanística e industrial.
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Concentración energética: la apuesta por megaproyectos centralizados vuelve a dejar en segundo plano la generación distribuida y la participación directa de los pequeños productores y consumidores.
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Dependencia exterior: que un proyecto de esta magnitud quede en manos de una empresa extranjera reaviva el debate sobre la soberanía energética y el control de los beneficios.
La «megaplanta» de Smartenergy se presenta como un paso adelante en la transición energética, pero también como un recordatorio de los dilemas no resueltos de la política renovable española: ¿desarrollo verde a cualquier precio o modelo equilibrado que combine sostenibilidad, participación local y soberanía?
