Vox vuelve a tener una profunda crisis interna, esta vez en Baleares y debido a las discrepancias entre los siete miembros que la integran. Esta se une a las otras dos crisis abiertas en menos de un año y solamente han pasado diez meses desde que arrancara su legislatura. Además de la renuncia de Idoia Ribas y Sergio Rodríguez, también su portavoz y portavoz suplente respectivamente han dimitido y por último Agustín Buades ha abandonado la presidencia del Consejo de Dirección del grupo.
Anteriormente, estos tres miembros intentaron apartar a Gabriel Le Senne de la presidencia de la Mesa del Parlamento, unas tensiones que han ido en aumento hasta que hace unos días llegaron a crear una asociación paralela a Vox llamada “Avanza en libertad”. Según afirman los miembros que han dimitido, su intención es una iniciativa particular con el objetivo de movilizar a la sociedad civil, pues echan en falta la defensa de la libertad, la democracia, la unidad y la identidad cultural española.
Algunos personajes importantes de la formación han viajado a Palma este lunes para intentar zanjar la problemática que arrastran desde el mes de octubre del año pasado, cuando Santiago Abascal perdió el control del partido en las Islas. Esta crisis concluyó con la primera renuncia del diputado menorquín Xisco Cardona, que se encuentra ahora en el grupo mixto. De esta forma, Vox continúa perdiendo fuerzas mientras sus integrantes se pelean por aquello contra lo que proclamaban luchar: ”las paguitas y los sillones”.