En la madrugada de hoy, 350 agentes de los Mossos d’Esquadra han llevado a cabo la ‘Operación Azul’ en el barrio de La Mina, en Sant Adrià de Besòs. Se trata de un dispositivo de gran envergadura destinado a localizar y detener a los responsables del tiroteo que tuvo lugar el pasado 7 de enero en este mismo barrio, donde se recogieron más de 150 casquillos en plena calle.
Las investigaciones previas han permitido identificar a varios sospechosos vinculados a clanes familiares con un largo historial delictivo. Según fuentes policiales, el tiroteo estaría relacionado con disputas por el control del tráfico de drogas en la zona, un conflicto que ha generado un clima de tensión y violencia en el barrio.
Durante el operativo, los agentes han registrado varias viviendas utilizadas por los clanes como almacenes de armas y droga. Hasta el momento, se han realizado diez detenciones y se han incautado numerosas armas, que serán analizadas por la unidad científica para determinar si fueron empleadas en el tiroteo. Además, en uno de los inmuebles, la policía ha descubierto una plantación de marihuana oculta entre falsos tabiques.
La operación continúa en curso con nuevos registros, apoyados por unidades del Grupo Especial de Intervención (GEI), debido a la posibilidad de encontrar una respuesta hostil por parte de los implicados. Los Mossos esperan hallar más pruebas que permitan esclarecer completamente lo sucedido, así como incautar alijos de cocaína, hachís y otras sustancias. Se prevé que en las próximas horas puedan producirse más detenciones por delitos relacionados con el crimen organizado y contra la salud pública.