Se podría señalar como un secreto a voces el hecho de que el reino marroquí envíe a sus indultados a las costas españolas por medio de las rutas de la inmigración ilegal. Entre ellos nos podemos encontrar desde periodistas o activistas perseguidos por el régimen alauita hasta narcotraficantes, cultivadores de cannabis, delincuentes sexuales o acusados de terrorismo.
Marruecos lleva años intentando solventar un problema de hacinamiento en sus cárceles y ha terminado convirtiéndolo en una estrategia política, ya que toda esa población reclusa que no les interesa mantener en sus cárceles, o que vuelvan en unos años a sus calles, es indultada por el monarca. Según fuentes policiales, muchos de estos acaban llegando a España de una forma u otra sin que podamos conocer sus antecedentes, pues muchos de ellos tiran su documentación al mar antes de llegar a nuestras costas y, así, no pueden ser identificados. Otros, sin embargo, han reconocido a los agentes haber cometido delitos en su país.
En los últimos cinco años, Mohamed VI ha indultado a más de 30.000 condenados, un hecho que es reconocido desde su propia Delegación de la Administración Penitenciaria y de la Reinserción. Este utiliza cualquier excusa en el calendario para realizarlos, como pueden ser diferentes fiestas musulmanas, su propio cumpleaños o el aniversario de su ascenso al trono. A principios de año, la Comisaría General de Extranjería y Fronteras (CGEF) aseguraba realizar un seguimiento de la situación, ya que, de cara a los próximos meses, esperaban un aumento del problema que, en consecuencia, produjera una llegada mayor de inmigrantes ilegales a través de las costas andaluzas.
Las predicciones del CGEF se están cumpliendo e, incluso, están superando sus expectativas. En enero de este año, el rey indultó 1.383 presos por la celebración de la independencia de Marruecos, y en abril a otros 2.097 condenados, 18 de ellos encarcelados por delitos de extremismo y terrorismo. Más adelante, en junio, fueron 1484 los perdonados por la Fiesta del Sacrificio y, en julio, 2.400 más como parte de su vigesimoquinto aniversario en el trono, entre los que se encontraban activistas y periodistas críticos. Finalmente, en agosto, volvió a indultar a casi 5.000 presos que se dedicaban al cultivo de cannabis y, tan sólo hace unos días, a 638 con motivo del Aid al Mawlid, que conmemora el nacimiento de Mahoma.