Hace ya 88 años que los moros se unieron a las filas del bando nacional para ser utilizados como una fuerza de choque en la Guerra Civil española. Pese a ello, la izquierda actual desconoce absolutamente los hechos y los tergiversa hasta límites insospechados. A día de hoy, se esconden tras la bandera antirracista y defienden esta cultura reaccionaria que tanto daño hizo a nuestro país y que no ha progresado cualitativamente en el tiempo.
Apenas unos años antes de la Guerra Civil, España se batió en la Guerra del Rif contra Marruecos, una guerra que acabó concluyendo con un gran número de muertos y dejando un sabor agridulce a la población. Esto hacía que el recuerdo del Rif estuviera todavía muy presente entre los españoles y existiera cierta repulsión al marroquí.
Franco, sin embargo, consiguió construir un ejército con una mezcolanza un tanto llamativa, ya que, pese hacerse el abanderado del catolicismo y la historia de España, unió a soldados marroquíes y alemanes, endeudando el país durante años con estos últimos. Se estima que, a lo largo de la guerra, se reclutaron entre 62.000 y 85.000 marroquíes.
Los soldados marroquíes, aparte de ser empleados como una fuerza de choque, también fueron usados para crear miedo entre el bando republicano, ya que la población conocía sus métodos de guerra crueles y sangrientos. El gobierno de la República diseñó cartelería que avisaba del peligro fascista que los moros suponían, compuso canciones canciones y publicó viñetas cómicas para jactarse de sus costumbres sin ningún tipo de consideración.
Aprovechando la persecución religiosa realizada por ciertos republicanos, ya que la mayoría de altos cargos se posicionaron con el bando franquista, la propaganda nacional hacía gala de respeto a la religión de los soldados musulmanes. Este suceso es comparable con la actuación de la izquierda actual cuando un marroquí comete un delito. Podríamos decir que estamos ante una izquierda que defiende un legado que desconoce y, hoy en día, acusaría de fascista.
Por último, y para concluir dicha hipocresía izquierdista, hay que recordar que, en 1944, se realizó la Operación Reconquista de España. Fue promovida por el Partido Comunista para provocar, en octubre de 1944, un levantamiento popular contra la dictadura de Francisco Franco mediante un ataque de un grupo de guerrilleros españoles, aunque finalmente falló. Es evidente cómo el movimiento revolucionario español siempre ha tenido presente nuestros mitos fundacionales contra el islam, que nunca ha dejado de ser una amenaza para nuestra nación.