El jueves 28 de noviembre, el Parlamento Europeo aprobó una resolución que calificaba de fraudulenta la victoria del partido Sueño Georgiano (SG) y pedía la repetición de las elecciones. En respuesta, el primer ministro georgiano, Irakli Kobakhidze, anunció la paralización de las negociaciones de adhesión a la UE hasta 2028 y el rechazo a cualquier ayuda económica de la UE. Sin embargo, el apoyo económico europeo ya había sido congelado tras la aprobación de la Ley de Agentes Extranjeros en mayo de 2024.
Las elecciones parlamentarias del 26 de octubre dieron la victoria a SG con un 53,93% de los votos frente al 37,79% de la oposición, liderada por el Movimiento Nacional Unido (MNU). LSG, que gobierna desde 2012, obtuvo 89 de los 150 escaños del Parlamento. La oposición no reconoció los resultados, acusando a SG de fraude electoral y de actuar como aliado de Rusia. La presidenta, Salomé Zurabishvili, también rechazó los resultados, alegando injerencia rusa.
Observadores de la OSCE, la OTAN y la UE señalaron irregularidades en las elecciones, aunque inicialmente no las declararon ilegítimas.
La resolución del Parlamento Europeo instó a la UE a imponer sanciones contra autoridades georgianas. Entre ellos, a Kobakhidze, secretario general de Sueño Georgiano o al ex primer ministro y fundador del partido, Bidzina Ivanishvili. Además, se declaró que la política del gobierno era incompatible con la integración euroatlántica.
La suspensión de las negociaciones para la integración del país en la UE intensificó las protestas, sumando ya alrededor de 300 detenidos y casi un centenar de policías heridos. La presidenta, Salomé Zurabishvili no reconoció los resultados de las últimas elecciones; aunque debería abandonar el cargo este mismo mes, ha anunciado que no lo hará hasta la repetición electoral. Igualmente, han renunciado al mandato 49 diputados de las principales coaliciones opositoras: Coalición por el Cambio, Movimiento Nacional Unido y Georgia Fuerte. En apoyo a la oposición, EE. UU. suspendió el Acuerdo de Asociación Estratégica con Georgia.
El país está envuelto en una grave crisis política. Hecho especialmente importante al ser un país clave en el enfrentamiento entre el eje euroatlántico y Rusia. El gobierno georgiano defiende tener buenas relaciones con Rusia por pragmatismo, la Constitución establece como prioridad la integración en la UE y la OTAN.