A mediados de octubre de este año, se incautaron en Algeciras 13 toneladas de cocaína escondida en plátanos falsos provenientes de Ecuador. Se trata de la mayor incautación del país y la mayor cantidad de droga encontrada en un solo contenedor a nivel Europeo.
Esto confirma una tendencia que ya se viene dando desde 2023, en la que España no para de incrementar año tras año la cantidad de cocaína confiscada. Esto transmite un mensaje a las autoridades españolas: nos estamos convirtiendo rápidamente en uno de los países favoritos de los narcotraficantes en el viejo continente.
Desde que la justicia italiana le echó el guante a la Ndrangheta y a la Cosa Nostra, en el maxiproceso de 2020, la dinámica del tráfico de cocaína dio un vuelco de 180º. Se alejó del infame puerto de Gioia Tauro y puso el foco en los puertos de Amberes y Rotterdam, dos puertos controlados en su totalidad por la «Mocro Mafia», un poderoso cártel de clanes de origen marroquí asentados en Países Bajos. Con este cambio de paradigma, se rompió el monopolio de los clanes italianos sobre la importación a gran escala de la cocaína. Fueron relegados a una posición de intermediarios entre los importadores marroquíes y los carteles sudamericanos.
Con el control total de la importación de cocaína en Europa, la Mocro Mafia empezó a acumular poder y riqueza. Transformaron Holanda en una zona de guerra, en donde se asesinaban y secuestraban, testigos, abogados y rivales. Algunas escenas parecían salidas de película, llegando a mandar la cabeza de un rival como manera de señalar el territorio conquistado a sus enemigos.
La situación en Holanda con la Mocro Mafia se estaba volviendo cada vez más insostenible. En un espacio de 10 años, había pasado de un país tranquilo en donde la princesa Amalia iba andando a clase sin escolta, a que esta estuviera amenazada por un cartel internacional.
Esto provocó una reacción política en el país y se puso en marcha un proceso judicial y policial para decapitar a la organización, conocido como Juicio Marengo. En éste se forzó a varios de los cabecillas de este cartel a huir a Dubái, entre ellos a Riduan Taghi, el jefe más poderoso del cártel.
Aunque haya caído la estructura logística holandesa, eso no quita que la demanda en Europa siga aumentando cada año, por lo que las redes criminales europeas pusieron el foco en España, concretamente Algeciras.
España siempre ha jugado un rol considerable en la distribución de narcóticos, y es de sobra conocido que todas las mafias europeas operan en la Costa del Sol. Pero lejos de lo que la gente pueda pensar, la mayoría de droga no entra a través de las narcolanchas, sino a través de los puertos, concretamente los de Algeciras, Valencia y Barcelona.
Se ha visto como nuevos grupos están intentando abrirse hueco en el mundo del crimen organizado español. Muchos provienen precisamente de Holanda, Bélgica e Italia, buscando reabrir sus operaciones en otras partes de Europa, donde haya más permisividad. España presenta las condiciones perfectas en este sentido, ya que tiene una alta tasa de corrupción a todos los niveles del organigrama político-administrativo.
Recientemente se ha desmantelado una operación de narcotráfico compuesta por policías nacionales que, a través de clanes murcianos, distribuían cocaína colombiana. Actualmente están siendo investigados el jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado de la Policía Nacional de Murcia y el agente Juan Carlos Carrión. Se les tiene como principales responsables de la trama, acusados de traficar 3,8 toneladas de cocaína provenientes del puerto de Vigo. El 12 de abril de 2022, se condenó a 1 policía y dos guardias civiles por custodiar un cargamento de 367 kilos de cocaína proveniente de Colombia. Ese mismo año, se desmanteló otra trama que involucraba a 5 guardias civiles en Algeciras, un policía en Ceuta y un funcionario de aduanas por traficar 6,2 toneladas de cocaína.
Además del problema flagrante con la corrupción, España se encuentra en una encrucijada entre las rutas africanas y las tradicionales europeas. Las primeras han pasado de reportar 13kg de cocaína entre 2015-2020, a más de 2 toneladas en 2023. Las últimas están saturadas de cocaína, debido a los incrementos en la producción en países como Perú, Bolivia y Colombia. El resultado de esta tormenta perfecta es el incremento del 142% de incautaciones por parte de las autoridades españolas, la mayoría de estas realizadas en el puerto de Algeciras.
Este puerto es un punto de paso idóneo para los narcotraficantes, ya que toda la zona cuenta con estructuras preexistentes de corrupción, distribución y logística. Algeciras tiene uno de los puertos con más afluencia de mercancía del continente, permitiendo camuflar mercancía ilícita entre productos legales.