El 30 de junio se comunicó el cierre definitivo del Museo Siglo XXI, Zapadores Ciudad del Arte por parte de la dirección de la institución. Noticia que apenas ha tenido repercusión en los medios.
Esta institución abrió en el año 2018 en el distrito de Fuencarral-El Pardo en la zona Norte de Madrid, un distrito con un escaso equipamiento cultural. Su cierre se produce tras más de dos intensos y agotadores años de diálogo con todos los partidos políticos e instituciones públicas de la ciudad, distintos ministerios (Fomento, Cultura, Igualdad), y también con el gobierno de la Comunidad de Madrid.
Zapadores Ciudad del Arte desde su apertura hace 6 años es mucho más que un Museo. Cuenta con una importante colección permanente de artistas del Siglo XX y XXI españoles y latinoamericanos. Es también un espacio para que artistas o colectivos artísticos jóvenes puedan desarrollar su trabajo, con un modelo cooperativo y de residencias. El espacio permite a Galerías desarrollar sus propias exposiciones y otras actividades. Además, cuenta con un servicio de publicaciones muy activo en el campo del videoarte y otras manifestaciones artísticas contemporáneas como muralismo, danza, performances, arte sonoro y músicas de escucha.
Este museo ha sido invitado (la única institución española) al evento L.A Art Show durante los años 2020 ,2021, 2023 y 2024. Tienen acuerdos con distintas embajadas e instituciones culturales en Costa Rica, Panamá, Nicaragua, México y Puerto Rico. También está reconocido por la ICOM (International Counsil of Museum, en español Consejo Internacional de Museos) como museo con colección.
Otra característica es el legado de archivos del que dispone. Estos archivos incluyen el Archivo Paz Muro (artista centrada en temáticas de género, Medalla de las Bellas Artes), Archivo Antonio Alvarado (un archivo muy completo de Arte Electrónico del que existen pocos en España), Archivo Nassio Bayarri (Escultor y Poeta Español, galardonado con importantes premios), Centro de Documentación del Videoarte (CIDV).
Más allá de lo artístico su labor de documentación y archivística incluye ser depositarios del archivo de las memorias LGTBQ del estado español y el Archivo Hetaira, así como los fondos de la poeta Blanca Calpasoro, que fueron cedidos a este colectivo por su heredera. Es un archivo de indudable valor histórico que recoge la evolución histórica de este colectivo y sus reivindicaciones. Aglutina información de todo el país a través de documentos de las distintas épocas, bibliografía, fanzines, video o performance.
La Casa del Arte pertenece a la familia de Centros Art House Spain, la red de proyectos fue impulsada por sus fundadores Francisco Brives y Néstor Prieto. Esta red incluye este museo, el Museo la Neomudéjar de Madrid y el espacio de creación Kárstica situado en el pueblo Cañada del Hoyo (Cuenca).
Su proyecto estaba abierto al mundo, a la ciudad y al barrio, ofreciendo actividades culturales. Llegó a convertirse en un espacio de convivencia en un distrito con grandes desigualdades por barrios y con muy poco equipamiento cultural. La noticia ha sido muy mal recibida por los vecinos, que sentían el espacio como propio.
Hablamos con el cofundador de Art House Spain y codirector de Ciudad del Arte Francisco Brives, que nos atiende amablemente en una entrevista para El Enclave.
P: Francisco, cuéntanos un poco la ubicación donde estaba situado el Museo.
El museo se ubica en el antiguo Cuartel de Movimiento y Tracción del Ferrocarril y Zapadores Ferroviarios, cambiándose a uso cultural un espacio que se dedicaba a la formación ferroviaria desde el ámbito militar. Este espacio pertenece a ADIF.
P: ¿Cómo fue la conversión de este espacio a Ciudad del Arte?
Este espacio de gran tamaño (23.000 metros cuadrados) se encontraba en un estado lamentable, muy sucio, vandalizado y con riesgo de okupas en su interior. Este espacio llevaba sin uso y abandonado muchos años. El abandono no solo afectaba al local, sino a la zona, que estaba muy degradada. Con la instalación de este museo el avance de los okupas fue frenado y la zona ganó en seguridad. El colectivo Arthouse gestionó el alta en luz y agua y habilitó el edificio, con lo que consiguió una ITE (Inspección Técnica de Edificios) favorable de la que no disponía. Todo esto con una cuantiosa inversión sin ningún tipo de ayuda o subvención.
P: Háblanos sobre la negociación del alquiler de este espacio y en qué condiciones.
El Ministerio de Fomento cobraba un alquiler a Arthouse por el uso del espacio. También teníamos que pagar el respectivo impuesto. La negociación del alquiler se negoció con la que por aquel tiempo era alcaldesa Manuela Carmena, que nos indicó que la Operación Chamartín está paralizada y su ejecución iba para un plazo muy largo. Y que, en todo caso, esta operación tiene un proyecto que incluye espacio dotacional alto en colegios, espacios culturales y un gran foco en I+D+C. Por lo que nos genera tranquilidad de que podríamos desarrollar nuestra actividad durante largo plazo. Y que nuestra propuesta puede encajar en este proyecto urbanístico.
Nota de Redacción: Es importante saber que el terreno donde se encuentra el museo se ubica en la zona de la Operación Chamartín, uno de los proyectos urbanísticos más importantes de la ciudad. Esta operación pretende convertir antiguos terrenos de Renfe en una nueva zona residencial con gran cantidad de viviendas, pero también espacios dotacionales, un gran parque y la promesa de una «nueva forma de urbanizar». Una muy buena retórica que puede desembocar en un nuevo «pelotazo inmobiliario». Una operación inmobiliaria para recalificar terrenos que comenzó en 1993 negociada entre Ministerios y organismos locales, que ha sido paralizada en distintos momentos. Fue retomada de forma definitiva en 2018, con un pacto entre el Ayuntamiento, el Ministerio de Fomento y Distrito Castellana Norte siendo Alcaldesa Manuela Carmena.
P: ¿El proyecto recibe o ha recibido algún tipo de apoyo o subvención pública?
En un principio este espacio recibió una subvención a espacios independientes, que tras dos renovaciones se denegó, siendo ya alcalde Jose Luis Martínez-Almeida, aduciendo que no podía estar apoyado gubernamentalmente una entidad privada. Lo que no deja de ser curioso, ya que este colectivo siempre ha sido de carácter privado cuando nos concedieron la primera subvención y en la actualidad hay muchos ejemplos de subvenciones a colectivos privados, e incluso nominativas llegando a más de 25 en la ciudad de Madrid.
P: ¿En qué momento se os comunica que el contrato se extingue y como fuisteis informados?
Las distintas renovaciones de contrato empezaron a ser ambiguas en plazos de seis en seis meses. Sin una comunicación clara y en general con «paños calientes». Y con el continuo temor de que con el comienzo de la Operación Chamartín tendríamos que abandonar nuestra sede.
En la última negociación se nos indicó que deberíamos marcharnos en un plazo de tres meses tras finalizar su contrato. El aviso lo dio ADIF el 31 de mayo. No se nos ofrece ninguna alternativa. Siendo además un plazo de tiempo muy corto y claramente insuficiente para reubicar con garantías y hacer un transporte adecuado de obras de arte. En septiembre debe estar el edificio vacío, bajo pena de ser multados.
P: ¿Y qué ocurre con toda la inversión y el trabajo hecho para la rehabilitación del edificio?
Todo el gasto realizado en la rehabilitación del edificio, que ha hecho que un edificio inhabitable pasase a ser un espacio señero con galerías, áreas de trabajo y un patio de más de 6.000 metros cuadrados no será recuperado en modo alguno por el colectivo. Y tampoco queda claro el uso que le dará ADIF o si lo demolerá.
P: ¿Qué otros posibles espacios habéis considerado y que reacciones os habéis encontrado?
Hemos solicitado nuevos espacios de ubicación como el Centro la Tabacalera, proyecto estrella del Ministro de Cultura que es básicamente un calco de Zapadores Ciudad del Arte. O en las Naves del Matadero de Madrid, donde nos han indicado que todas las naves ya tienen un proyecto adjudicado. Esto es falso ya que tres naves están vacías sin uso y desestimadas para varios proyectos como el Instituto de Diseño, que ha renunciado al contrato. O en la antigua fábrica de CLESA, cerca de la ubicación actual en el mismo distrito, edificio que se iba a reconvertir en un edificio para uso cultural, aunque parece que el proyecto está paralizado. También hablamos con el Museo Reina Sofía, cuya respuesta del director Manuel Segade ha sido «esto no es nuestra prioridad». Lo que no se entiende cuando el museo posee el archivo de Paz Muro y el Archivo de memoria LGTBQ.
P: Pero en Madrid, hay otros colectivos privados que sí están recibiendo apoyo de las instituciones públicas, ¿no es así?
Sí, como ha sucedido en la Serrería Belga, que en breve albergará la colección privada «Colección Pérez Simón». (Nota. Este espacio cultural municipal de reciente creación, habilitado sobre unos antiguos almacenes, está situado en la zona centro de Madrid. Se cede el espacio al coleccionista Juan Antonio Perez Simon, hombre de negocios de origen asturiano afincado en México).
También desde el Matadero se negoció con la coleccionista italiana Patrizia Sandretto, que podría haber tenido un espacio cedido en Matadero Madrid, que después rechazó. Esto desde luego son buenas noticias para la ciudad y desde Arthouse defendemos este tipo de iniciativas, pero no es razonable que se indique que no hay espacio para la colección siglo XXI por ser privada, pero sí para otros coleccionistas privados, a los que les ceden edificios incluso rehabilitados con dinero público.
P: Sin embargo, aunque ahora las conversaciones con las instituciones están siendo infructuosas, sí que habéis apoyado y colaborado con estas cuando ha sido necesario en múltiples ocasiones.
Efectivamente es así, por ejemplo, el Museo Zapadores ha participado activamente en programas municipales como «Madrid otra mirada» o «Premios Madroño» y festivales como Gatadans o Místicas. Nuestro colectivo además es patrono de IAC (Instituto de Arte Contemporáneo), acogimos en nuestra sede (tras ser expulsados del Matadero) a AVAM (Artistas visuales asociados de Madrid) y apoyamos a MAV (Mujeres en las artes visuales).
En las pasadas elecciones de julio de 2023 SUMAR nos invitó junto al resto de entidades de la ciudad a la presentación de su plan de Cultura ante los medios. También fuimos convocados a participar en la convocatoria de la Mesa sectorial donde se quiere crear el Estatuto del Artista y la definición de un modelo cultural similar al Europeo. Pese a que a Arthouse no nos gusta «casarnos con nadie» y nuestra andadura siempre ha sido desde la independencia política asistimos a ambas invitaciones, lo hacemos con todos los partidos.
Tras las elecciones, al llegar a ministro de Cultura Ernest Urtasun las conversaciones se cortan en seco. Por otra parte, Manuela Villa (Directora General de Asuntos Culturales en la Moncloa, figura recientemente creada) al presentar su candidatura acude al Museo Zapadores a hacerse la foto, pero tampoco nos ha dado respuesta ahora a las múltiples llamadas y emails.
P: ¿Desde vuestra faceta de defensa y sostenedor de la causa LGTBQ no habéis recibido apoyo tampoco?
Arthouse es un claro defensor y sostenedor de la causa LGTBQ. No solo por el archivo, también recibimos estudiantes de máster de la Universidad Complutense de Madrid sobre estudios de género y de estudios LGTBQ de la Universidad de California para que los alumnos puedan investigar.
Además, rescatamos los fondos históricos como el Colectivo Hetaira y otros sobre estudios de género del archivo de RQTQR (Rosa Que Te Quiero Rosa), Asociación universitaria de la Universidad Complutense de Madrid activista feminista y LGTBI. Estos fondos estaban condenados a perderse. Pero la Complutense no se ha pronunciado sobre el posible destino de este archivo una vez que sean desalojados del edificio de Zapadores. Y tampoco ha mostrado ninguna clase de apoyo a la institución. Por nuestra experiencia en el tema también fuimos recientemente invitados por el Museo Reina Sofía para dar una charla gratuita sobre la Memoria Queer.
Cuando se celebró el World Pride en Madrid en 2017 tanto el Ayuntamiento como MADO solicitaron sus materiales para los distintos actos que se organizaron sin ningún tipo de aportación económica al archivo, siendo cedidos gratuitamente. Y tanto el Ayuntamiento como el Museo Reina Sofía, tal y como hemos hablado antes, no han mostrado ninguna clase de apoyo.
P: ¿Contactasteis con el Ministerio de Igualdad?
Si, también llamamos a la puerta del Ministerio de Igualdad, teniendo hasta tres reuniones con el equipo de Irene Montero, que no desembocaron en nada, además de que fuimos despreciados y maltratados. Ana Redondo, actual Ministra de Igualdad, y su responsable del área LGTBQ Julio del Valle, proponen que la asociación regale los fondos sin dar nada a cambio. Ese es el compromiso político con la memoria del colectivo.
P: ¿Y con alguna otra Comunidad Autónoma habéis contactado?
Como Arthouse cuenta con Kárstica, una residencia artística en entorno rural creado en 2019 en una antigua estación de tren, fuimos invitados para tomar parte del Foro Europeo de Ruralidades. Por lo que hemos intentado conseguir apoyo de la Junta de Castilla-La Mancha sin resultados tampoco, siendo esta la única Comunidad Autónoma que lanzó subvenciones Next Generation pero sin incluir las artes visuales.
P: ¿Cuál ha sido la posición de la Comunidad de Madrid?
Tampoco hemos recibido buena respuesta de la Comunidad de Madrid, aunque la propia Isabel Diaz Ayuso nos escribió una carta en la que reconocía nuestra labor, sólo se comprometieron a estudiar la situación. Pero el tiempo ha pasado, se ha producido el desalojo y no se ha ofrecido ninguna alternativa.
P: Para finalizar, ¿cómo habéis vivido esta situación y que opinión te generan las distintas administraciones y políticos ante vuestro caso? Te agradezco mucho todo el tiempo que nos has dedicado.
En mi opinión los políticos no tienen vocación de servicio al ciudadano ni de apoyo a las causas que dicen apoyar. No hacemos distinción por ideologías, puesto que no hemos recibido apoyo de ninguna administración sea del color que sea. Reclamamos a todos una sede donde trasladar el proyecto. Desde Arthouse siempre hemos querido ser independientes, apolíticos y hacer solo cultura.
Y hasta aquí, la entrevista. Ellos seguirán trabajando, buscarán otros apoyos, este proyecto no desaparecerá, y optimistamente se cree que encontraran una solución en el medio plazo. El colectivo no va a dejar de pelear por su sueño pero los artistas que trabajaban y creaban en este espacio en el corto plazo no podrán continuar su labor. En el momento del cierre esta comunidad la componían 28 artistas y 5 talleres de residencia de artistas internacionales. Una gran pérdida para Madrid en particular y para España en general. Y una constatación de la falta de coordinación y coherencia de nuestros políticos.