Francisco Pardo Piqueras fue designado como Director General de la Policía a propuesta de Marlaska en 2018. Sin embargo, a pesar de ocupar un puesto de gran responsabilidad para la seguridad nacional, Pardo carece de formación policial o en materia de seguridad.
Licenciado en Derecho, Pardo ha sido un militante activo del PSOE desde su juventud. Su ascenso a cargos de relevancia política parece ser más resultado de su afiliación partidista que de méritos en el ámbito policial. Su trayectoria incluye roles en concejalías en Castilla-La Mancha y la presidencia de esta comunidad autónoma, así como el cargo de secretario de Estado, hasta su posición actual como Director General de la Policía.
En un contexto en el que el cuerpo policial enfrenta desafíos significativos, como la escasez de recursos y problemas de organización, la ausencia de experiencia y formación policial de Pardo podría plantear desafíos adicionales para el cumplimiento eficaz de las responsabilidades de seguridad nacional.
Esta situación ha levantado la indignación de policías como Samuel Váquez, criminólogo con una larga trayectoria y fundador de la asociación Policías para el s.XXI. En palabras del agente, «el Director de la Policía es un hombre del partido y siempre va a anteponer al partido».