Las órdenes de expulsión de inmigrantes en España alcanzaron cifras récord en 2023, con un total de 64.260, la cifra más alta en los últimos diez años, según datos de Eurostat.
Este aumento resalta una tendencia creciente que no se veía desde el periodo 2008-2011, cuando las órdenes de expulsión se situaban entre 70.000 y 100.000 cada año. Este dato contrasta con la cifra de las expulsiones finalmente ejecutadas que en el caso de 2023 fue de 3090 expedientes. Eso significa que menos de un 5% de las órdenes se llegaron a ejecutar. En el caso de 2024 la cifra ha descendido a 55.000 expedientes de expulsión, unos 13.000 por trimestre de media, de los cuales se llegaron a ejecutar solo 3.031.
En el segundo trimestre de 2024, Francia fue el país de la UE que más inmigrantes deportó (3.870), seguida de Alemania (3.710) y Suecia (3.185). Francia también registró el mayor número de órdenes de repatriación dictadas (31.195), seguida de España (18.645), Alemania (12.885) y Grecia (6.555). España es el país de Europa que menos órdenes ejecuta y que más órdenes de expulsión emite.
Convendría recordar que para ser expulsado de España, un extranjero debe de cometer un delito grave o muy grave. Si bien es cierto que el grueso de las órdenes de expulsión es por no tener papeles, ¿cuántos crímenes podrían prevenirse si se cumpliesen las órdenes de expulsión que hasta ahora no llegan ni al 10%?
Con estos datos en la mano no es difícil entender los casos como el del asesino del sacristán, el cual a pesar de que se emitiera una orden de expulsión sobre él, campaba a sus anchas por el país. Probablemente si la orden de expulsión se hubiera ejecutado a tiempo, este yihadista no habría podido cometer semejante fechoría.
A pesar del gran revuelo que tuvo el mencionado caso, existen innumerables casos en el territorio español. Ejemplo de ello es el del violador magrebí detenido en Ribarroja del Turia por intentar secuestrar a dos niñas de 5 y 8 años en mayo del 2024 y que fue puesto en libertad a pesar de tener una orden de expulsión. Al igual que el marroquí que agredió sexualmente a una niña en un parque infantil de Guetxo (Vizcaya) en abril del 2024 el cual entró a un parque infantil e intentó besar a una niña. Sobre este hombre también recaía una orden de expulsión.
Los datos hablan por sí solos. Ante el silencio intencionado de los medios de comunicación a revelar la motivación o el origen de los criminales, es importante recalcar que independientemente de las escasas repatriaciones que se realizan en España, existe un número muy elevado de inmigrantes que están en situación irregular y que existen al margen de la ley: al no poder identificarles, no se les puede ni siquiera expulsar.
