El 31 de diciembre del pasado aƱo 2023 por fin era liberado el espaƱol Santiago SĆ”nchez Cogedor tras permanecer mĆ”s de un aƱo en una cĆ”rcel iranĆ por una acusaciĆ³n de espionaje que nunca llegĆ³ a materializarse.
Santiago se dirigĆa a Qatar para presenciar el mundial de fĆŗtbol y fue detenido tras visitar la tumba de Masha Amini, joven que muriĆ³ mientras se encontraba bajo arresto de la PolicĆa de la Moral por el simple hecho de llevar el velo mal colocado. Su muerte provocĆ³ una gran indignaciĆ³n que desembocĆ³ en graves protestas en todo el paĆs, que el gobierno reprimiĆ³ de manera violenta, con el resultado de cientos de personas fallecidas.
SegĆŗn palabras de la Embajada de IrĆ”n en EspaƱa, su liberaciĆ³n se ha producido en el marco de relaciones amistosas e histĆ³ricas entre los dos paĆses y en cumplimiento de leyes. Este es un caso de trabajo diplomĆ”tico bien realizado que dio sus frutos.
Un destino muy diferente es el que siguen sufriendo tres compatriotas encarcelados en el extranjero, el periodista y politĆ³logo Pablo GonzĆ”lez, preso en una cĆ”rcel polaca por estar acusado de ser un agente del Departamento Central de Inteligencia ruso, y otras dos personas cuyos nombres no han trascendido, que se encuentran presas en Francia tras ser extraditadas por vender telĆ©fonos encriptados de forma totalmente legal en EspaƱa.
Pablo GonzĆ”lez tiene doble nacionalidad, espaƱola y rusa, y es nieto de un niƱo de Rusia (niƱos exiliados por causa de la Guerra Civil EspaƱola). Pablo naciĆ³ en MoscĆŗ y a los nueve aƱos se trasladĆ³ a EspaƱa, donde se cambiĆ³ de nombre, y desde entonces ha residido en el PaĆs Vasco y en CataluƱa. En su faceta de periodista ha cubierto varios conflictos, incluida la invasiĆ³n rusa de Ucrania de 2022, trabajando para medios de comunicaciĆ³n tan prestigiosos como La Sexta, Diario PĆŗblico o el Diario Gara. El 28 de febrero de 2022 Pablo GonzĆ”lez fue detenido en una ciudad polaca fronteriza con Ucrania, por presuntamente participar en actividades de inteligencia extranjera contra Polonia y ser un agente del Departamento Central de Inteligencia ruso, y segĆŗn el CĆ³digo Penal de Polonia podrĆa ser condenado a 10 aƱos de cĆ”rcel.
Su detenciĆ³n estĆ” plagada de irregularidades. A dĆa de hoy su encarcelamiento se ha prorrogado siete veces y suma casi dos aƱos en prisiĆ³n preventiva. AĆŗn no tiene fecha de juicio, no se ha aportado ninguna prueba en su contra que pueda valorar Gonzalo Boye, su abogado, y en ningĆŗn momento se ha formalizado su acusaciĆ³n. Desde que fue detenido ha estado aislado y no le han permitido hablar con su abogado ni con su familia (en todo ese tiempo no ha hablado con sus tres hijos menores), y ha recibido dos Ćŗnicas visitas de su mujer.
El ComitĆ© para la ProtecciĆ³n de los Periodistas, a travĆ©s de un comunicado, solicitĆ³ al Gobierno de Polonia que se le permitiera tener representaciĆ³n jurĆdica y un procedimiento con todas las garantĆas legales. Su situaciĆ³n ha suscitado numerosas crĆticas por parte de periodistas y polĆticos espaƱoles poniendo el foco en las autoridades polacas y en el Ministerio de Asuntos Exteriores de EspaƱa, e incluso ha llegado al Parlamento Europeo de manos de la FederaciĆ³n de Asociaciones de Periodistas de EspaƱa (FAPE), el Grupo de Apoyo a Pablo GonzĆ”lez Madrid y de varios eurodiputados.
Por otra parte, la respuesta institucional del Ministro de Asuntos Exteriores, JosĆ© Manuel Albares, que dijo que los hechos de los que se le acusa son Ā«graves y muy seriosĀ» ha resultado muy polĆ©mica, pues hasta el momento no pesa acusaciĆ³n alguna sobre Pablo GonzĆ”lez. Asimismo el ministro asegura que se estĆ”n respetando sus derechos fundamentales.
MĆ”s tibia aĆŗn si cabe ha sido la respuesta de nuestro Presidente del Gobierno, Pedro SĆ”nchez, que ha manifestado que el Gobierno de EspaƱa respeta el estado de derecho de Polonia asĆ como la justicia de ese paĆs, al igual que pedimos respeto para la espaƱola. La familia de Pablo GonzĆ”lez estĆ” muy molesta por el quehacer, o para ser mĆ”s especĆfico, por la inacciĆ³n del gobierno espaƱol.
Otro caso en el que tambiĆ©n incurren numerosas irregularidades, tal y como manifiesta el prestigioso abogado y economista Guillermo Rocafort, es el de dos ciudadanos espaƱoles extraditados a raĆz de una orden de detenciĆ³n ilegal del estado francĆ©s. Santiago Pedraz fue el juez que ordenĆ³ su prisiĆ³n condicional tras recibir la orden de detenciĆ³n y entrega, y el 21 de junio del aƱo 2022 decenas de agentes de la UCO y gendarmes franceses irrumpieron en sus casas para detenerles en presencia de sus hijos menores. MĆ”s tarde la Audiencia Nacional avalarĆa dicha decisiĆ³n.
Ambos han sido imputados 16 delitos que equivalen a 30 aƱos de cĆ”rcel en Francia, entre los que se encuentran el trĆ”fico e importaciĆ³n de drogas, adquisiciĆ³n de armas, blanqueo de capitales, delitos informĆ”ticos, etc. Sus detenciones son fruto de una macrooperaciĆ³n que en 2020 realizĆ³ la policĆa europea en la que se detuvieron numerosos criminales en diversos paĆses. Para ello fue intervenido el servicio de mensajerĆa encriptado Encrochat, que utilizaban dichos criminales para comunicarse.
Los mĆ³viles encriptados son una herramienta que puede emplearse para fines lĆcitos, pues resguardan la privacidad de las comunicaciones del usuario, o ilĆcitos, pero no debemos obviar que su comercializaciĆ³n en EspaƱa es legal y que depende del usuario el uso que haga del mismo. Por hacer un sĆmil, es como si acusaran de asesinato a un vendedor de menaje de cocina, negocio del todo legal, porque uno de sus clientes ha matado a alguien con un cuchillo que comprĆ³ en su establecimiento. SerĆa algo similar a lo que ha sucedido en este caso.
En CONFILEGAL, Guillermo Rocafort expone las numerosas anomalĆas que se han producido en la intervenciĆ³n de Encrochat y concluye:
– Que ha habido un tratamiento de los datos por parte de la PolicĆa Francesa tras el Ā«hackeoĀ» de Encrochat.
– Que hay errores y muy graves en dicho tratamiento de datos.
– Que un proceso penal construido sobre la base de una evidencia penal a la que no se puede tener pleno acceso para ejercitar el derecho de defensa, pues como dice Francia āno se proporcionarĆ” ninguna explicaciĆ³n tĆ©cnicaā, por estar sujeto al secreto de defensa nacional con penas de cĆ”rcel en caso de ser desvelado.
– Que este error evidenciado podrĆa invalidar los procedimientos penales que se han abierto indiscriminadamente en la UniĆ³n Europea por un manifiesto y palpable vicio de origen.
– Que los datos suministrados tras el Ā«hackeoĀ» de Encrochat no son Ćntegros.
– Que las Naciones, incluida EspaƱa, que estĆ”n admitiendo como un dogma de fe el Hackeo de Encorchat no tienen ni tendrĆ”n jamĆ”s acceso a las herramientas propias del Ā«hackeoĀ» como a la metodologĆa del tratamiento posterior efectuado en los datos transmitidos.
Muchos son los juristas que muestran dudas sobre esta investigaciĆ³n penal prospectiva del todo prohibida en nuestro ordenamiento jurĆdico, mientras tanto dos ciudadanos espaƱoles siguen en la cĆ”rcel sin poder ver a sus familiares.
EspaƱa, segĆŗn manifestĆ³ el Ministerio de Asuntos Exteriores, tan servil como de costumbre, ha solicitado junto a EEUU la liberaciĆ³n de un periodista estadounidense del periĆ³dico The Wall Street Journal encarcelado en Rusia por espionaje, mientras guarda un clamoroso silencio sobre la situaciĆ³n de sus propios ciudadanos encarcelados de manera irregular en el extranjero.