13 de noviembre de 2025

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Google y OpenAI: la guerra silenciosa por el futuro de la inteligencia artificial

Google y OpenAI la guerra silenciosa por el futuro de la inteligencia artificial
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La rivalidad entre Google y OpenAI es, hoy, una de las más decisivas en la historia reciente de la tecnología. Detrás de lo que parece una simple competencia por tener el chatbot más popular —Gemini o ChatGPT— se libra una batalla por el control de la infraestructura, los datos, la publicidad y, en última instancia, el acceso al conocimiento global.

Todo comenzó cuando OpenAI, fundada en 2015 con la promesa de “una inteligencia artificial abierta y segura para la humanidad”, se alió con Microsoft, recibiendo miles de millones en inversión y acceso a la nube de Azure. Google, hasta entonces líder indiscutible del sector, reaccionó transformando su división DeepMind en el núcleo de una nueva estrategia: Gemini, su apuesta integral por una IA multimodal capaz de entender texto, imagen, sonido y vídeo.

El punto de fricción: los datos y la infraestructura

El principal conflicto no es tanto tecnológico como económico y político.
Google controla el buscador más grande del planeta y, por tanto, el acceso a la información digital que alimenta a cualquier modelo de inteligencia artificial. OpenAI, por su parte, necesita acceso a esos datos para mantener a ChatGPT actualizado y competitivo.

Sin embargo, Google ha empezado a limitar el uso de sus resultados de búsqueda y herramientas de indexación por parte de terceros. Aunque no ha anunciado un “bloqueo” formal, su estrategia apunta a cerrar el grifo de datos y potenciar su propio ecosistema bajo la marca Gemini. Esto coincide con el lanzamiento de su app independiente y su integración total con Gmail, Maps, YouTube y Google Drive, lo que le otorga una ventaja de red difícil de igualar.

OpenAI, en respuesta, ha buscado fuentes alternativas de información mediante acuerdos con editores, medios de comunicación y plataformas de datos abiertas, mientras desarrolla su propio sistema de navegación web en ChatGPT.

Cooperación estratégica: un impasse temporal

Pese a la rivalidad, ambas compañías mantienen una relación ambivalente.
En junio de 2025, OpenAI firmó un acuerdo con Google Cloud para usar parte de su infraestructura de cómputo —un movimiento pragmático que revela que, incluso en medio de la competencia, la interdependencia técnica es inevitable.

El propio Sundar Pichai, CEO de Google, reconoció que está “entusiasmado con la colaboración”, aunque aclaró que cada compañía seguirá desarrollando su propia tecnología base.
Esto demuestra que el llamado impasse no es un cierre total, sino un delicado equilibrio entre cooperación y competencia.

Lo que realmente está en juego

Más allá de los modelos o las aplicaciones, lo que se disputa es la hegemonía sobre la inteligencia digital del futuro.

  • Google quiere mantener el control sobre el acceso a la información mundial, integrando la IA en su ecosistema de búsqueda y servicios.

  • OpenAI, apoyada por Microsoft, busca crear una plataforma de conocimiento autónoma, capaz de reemplazar al buscador tradicional por un asistente conversacional universal.

El resultado determinará no solo qué compañía lidera el mercado, sino cómo se informará la humanidad en las próximas décadas: a través de motores de búsqueda jerarquizados o de inteligencias conversacionales que filtran la información según su entrenamiento y criterios algorítmicos.

Implicaciones para usuarios y creadores

Para los creadores de contenido, periodistas y divulgadores, este pulso tiene consecuencias directas.
Si Google impone su modelo Gemini dentro de su ecosistema, la visibilidad de los contenidos dependerá aún más de los algoritmos de la compañía.
Si, por el contrario, OpenAI logra consolidar su independencia con ChatGPT y acuerdos con medios, podría emerger un nuevo canal de distribución informativa, descentralizado y basado en la interacción directa con los usuarios.

El futuro: convergencia o ruptura

Por ahora, el escenario más probable es una coexistencia tensa.
Google seguirá cerrando su ecosistema para proteger Gemini, mientras OpenAI refuerza sus alianzas externas. Ambos cooperarán donde convenga —infraestructura, estándares de IA segura, investigación—, pero competirán ferozmente en todo lo demás.

Lo que está en juego no es solo un mercado de billones de dólares, sino la puerta de entrada al conocimiento humano.
Y quien controle esa puerta, controlará buena parte del futuro.

Fuentes

  • Reuters: “OpenAI taps Google Cloud in unprecedented deal despite rivalry” (10/06/2025)

  • TechCrunch: “Sundar Pichai excited about Google Cloud’s OpenAI partnership” (23/07/2025)

  • AP News: “Google rebrands its AI services as Gemini” (02/2025)

  • The Verge: “OpenAI tells judge it would buy Chrome from Google” (2025)

  • Blog oficial de Google: “Introducing Gemini, our most capable AI model yet”